,
"
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B. PÉREZ GA.LDÓS '
Dijo el náufrago algunas palabras en
inglés:
Miraba'
ti,
un lado
y
otvo,
abriendo con gozo
á –
la
luz sus
ojos
azules,
y
examinando
uno
po~
. uno los semblantes de Gloria, D. Juan
y
Don
Angel.
Los que ,resucitan no miran de otro
modo.
I '
cEstoy en••.
~murmuró
en espaftol. (
-En Espafta, en Ficóbriga, humildisimo
puerto de
mar,
que si tuvo la desgracia de
presenciar la-
pérdida del
Plantagenet,
tambié~
ha tenido
la
"'dicha de arranca'r ocho hombres
I
á
la 'muerte••
, Oon acento patético
y
solemne dijo el náu
4<
frago:'
,
cl~eiior,
8e11or nuestrol ¡cuán maravilloso es
tu
DOro
bre en toda,la tierral»
'
- , y
el Obispo repitió el salmo en latín:
«¡Domine,
Domine n08ter,
qU~?n
admirabil6
est nomem tuum in universa terra!»
Hubo un 'instante
de'
grave silencio,
en
que
todói
los presentes sintieron su corazón
palpi–
tar
con fuerza.
el,
y
qué
tal
S6
encuentra
usted?
-Bien, hie,n-respoJ?dió
el rextranjero con
seguro tono, poniendo la mano -sobre,su coro.· "
zón.
-Gracias.
-Aunque habla usted nuestra lengua. se
me figura que es usted inglés.