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~ '
B. PEREZ GALDOS .
fe!,> ,exclamó el Obispo derramando' lágrimas
de
piedad
y
admiración.
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D. Sil
vestre se arremangó
los brazos, mos-
~
trando
las t;llusculosas rua'nos de oso, aquellas
,manos que lo
mismo tom
abau_
la hostia
q.ueel remo. Quitada
tambié~
la sotana, se encajó'
un
ca.misón de lana. .
.J
,
«'¡
Venga, la
traine1·a
(*.),
un caple, dosl .••
A ver 'quiénes son los guapQ.s
qu~
me van
a
acompañar.
-Yo,
yo,
YO•.•
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¡
Y todos querían ir.
~Tú, ~ú,
tú,
tú... '
dijo
rápidamente
el
~lll'8J
escogiendo su
'escuadrón.
I
(*)
Embarcación del país.
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