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GLORIA
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rinero, que vestía grueso cat;nisón de lona, pan·
talouos reGogidos, -dejando ver toda la pierna
,
-
desnuda,
y
cubría su varonil cabeza: de Nep-
, tuno con
un -sueste
de hule que
po~
todos sus
bordes despedía el agua.
-l~ero
se ahogará esa pobre
gente!~excla·
ruó con terror e1 -Sr. de Lantigl1a.-Germán,
es preciso hacer un esfuerzo.
-Sefior, es-ir á buscar la muerte,-replicó
Germán He-vando la mano
á
la delantera del
sueste.»
El
Plantagenet,
mientras de este modo se
discutía sobre su suerte, se acercaba más
á
Los
Camellos. Arrojaba el vapor silbando con ver–
dadera ?tibia, c0I!10 IADza su grito el animal
herido
qUt>
presiente 'la muerte. Era _un buque
pesado
y.
sin
~legancia,
como nave de carga.
~u
casco pareofa un almacén negro,
y
su ar–
boladura, sin garbo ni esbeltez, consistía en
tres palos con escaso cordaje. Tenía dos 'vergas
en el palo de trinquete, y en el de mesana, que
era peql1efiisimo, flotaba un jirón rojo, enne–
grecido por el 4umo, eh cuyas aspas podían
l'eco,nocerse las insignias de la Gran Bretafía.
La proa vertical se alzaba desmesuradamente,
mostrando hasta el primer nlÍmero de las me·
didas de flotación y las
planch~s
rojas de
hI e–
[10
mal pintado. Daba grandes tumbos
á
ba-
: r
..