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B. pÉnEz GALD6s
rior
é
i~teriormente;
pero la vieja .no tenía si–
no un par de piezas habitables. Lo
d~má·B
des- .
tin:óse
~
granero
y.
alm~én.
En la planta baja
había un hermoso establo y las cocheras. Por
la portalada de la cas,a antigua,- entró Gloria,
después de dar las gracias
á
Mundideo por su
compafíía.
Subió rápidamente la escalera vieja, y ·stra.. ·
vesando
el
lArgo corredor desierto,
e~tró
en
una vasta pieza que servía
par~
conservar
fru~
tas en cúe]ga,
y
'contenía sacos vacios,
-arca~
y
otr'os objetos. De allí se pasaba
ti.
otra pieza
amue~lada
qrie servía de comunicación con la
.
"
casa nueva. ,Gloria e.m.f>újó la 'puerta,
y
al
}?'rúnto sorprendióse mucho de ver luz .alU
dondEfno .h l¡tbitaba nadie. Entró
y
miró
á
to–
dos lados, quedándose atónita
y
sin habla por
breves momentos.
Allí
había un hombre,
Estaba tendido en la
cam~
y
cubierto con
. gruesas lnantas,
á
~xcepcióIÍ
de la cabeza.' So–
bre
la
cercana mesa había una luz.
La
sefiori–
ta dió algunos pasos Ihacia el
l~cho,
y
vió un .:
rostro lívido
y
doloridó, con algunas
manc~as ~
.
.
amuratadas como de golpes, entreabier-ta la .
boca, cerrados los ojos, ligeramente
fruncid~
. '
'el cef1o, húmedo,el pelo.
El
perfil de aquella
cara era perfecto, la frente hermosísima,
entre .
obscuros cabellos desordenados. l)e las cejas