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Ya
Uegó.
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«Está
buen~-dijo
animosamente ·GlorIa. '.
-Vamos.,
Después de dar á los chicos todos
10$
cuar- ,
tOf!1 que llevaba,
~a
setioritayel sacristán sa- .. '
li~ron.
Gloria se recogía .el vestido, Caifás po–
nfa cuidadosamente el
paragua~
de modo que
2U
Divina Pastora se mojase lo menos posible,
y
le
indicaba los charcos del c-amino
y
las pie–
dras salientes donqe debía"poner el pie.
cEstoy con Cuidado-repitió
Gloria.-¿Ql1é
sucederá- en mi casa?,
Cerca de la .Abadía,
y
á
mayor .(tltqra que
ella, contenido por grueso muro de mampos–
tería sobre la calle de'la Poterna,
estab~
el ce·
menterio·-de Ficóbl'iga. Gloria nunca pasal?a .
por allí sin sentir religiosa emoción.
c¡Qué mala noche para mis pobres hernJa–
. nitos, Caifásl-dijo.
-Ellos no tendrán frío como nosotros,-re-
puso el sacristán.
¿
-Es verdad; pero somos tan materiales, es-
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