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x\rII
,
. El
vapor
«(
Plantas·enet..,
.'
. .
G\Jnvien~
ret,roceder unas cuantas horas . .'
Después que Su
Ilustrísima,
bajando de p,a–
seo á la playa, dijo aquelfas palabras:
,
«' lPo~res
marineros,. pobres navegantesl» siguiel'on an.. ,
dando á toda priS{l para guarecerse en la ,c'a ...
~illa
del r.esguardo. Todos deploraban
~l
chas–
co,
y '
aunque
D.
Angel reúi para
animal'
á los
demás, antes se ofan
quej~s
que felicitaciones
en,el grupo,.
El
grave doctor ;López Sedeño
~u
VO
.la mala
suerte de íneter-su pie aerecho
en
barro basta la
pantorrilla, de lo que todos
re–
cibieron
un gran disgusto. Por
fin
llegaron
.á '
. la
casilla del resguardo, que fué como tocar la
; tierra después de un largo viaje por entre·
es-
collos
y
tormen tas.
.
cEs cosa de cantar un
'1'
e .Deurn,'
dij
o
B,o–
mero sacudiéndose la ropa.
D.
Angel, tomando asiento ,en ,
un
barril
va–
cío que
le
presentaron, repitió: .
c¡Pobres marinerosl, .
En
,~l
mismo i.nstante oyóse un cañonazo.
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I
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