II Congreso Nacional de Lectura
y
Escritura
tanto, tiene que enfocar la calidad de la actividad que se
realiza en la escuela y la calidad de la comunicacin
ejercida. Esta comunicaci6n no puede adoptar estilos que
no incorporen la tecnologfa de nuestro tiempo pues, de lo
contrario, se instala en el aula una comunicaci6n
fragmentada, inautentica y pasiva.
Tanto la actividad como la comunicaci6n en la escuela
deben trascender la escuela. Este es un microcosmos social
en donde la busqueda de la equidad, la accesibilidad y la
transformaci6n social empiezan por repensar las
estructuras sociales en las que se inserta. De esta forma,
el aprendizaje colaborativo es una forma de actividad y
comunicaci6n que permite una mirada consciente y
comprometida hacia las funciones sociales de la
educaci6n. E.llo no implica perder de vista la
individualidad del que aprende y del que enseiia, por el
contrario, significa enaltecer lo genuino y peculiar de cada
persona que interviene en el proceso, pues cada quien
aporta con su sueiio personal y colectivo.
No concebimos un proceso de enseiianza y aprendizaje
que no contribuya a la generaci6n de sueiios personales,
pero estimamos que todo sueiio personal necesita de un
escenario social en el que pueda plasmarse y, para ello, es
necesario forjar sueiios colectivos. Las comunidades ffsicas
y virtuales deben considerar esta aspiraci6n educativa.
V. C6MO INTEGRAR LECTURA, VALORES Y TECNO–
LOGfAS DE LA INFORMACl6N
62
Hay mucho en juego en el acceso a este nuevo paradigma.
En la Sociedad de la lnformaci6n, el conocimiento es el