II Congreso Nacional de Lectura
y
Escritura
enseiianza-aprendizaje de la lectura
y
la escritura tomando
en cuenta no solo la dimension lingufstica sino tambien la
psicolingufstica
y
la sociocultural, nos permite reconocer que
la lectura
y
escritura son construcciones sociales, actividades
socialmente definidas que varfan a lo largo de la historia, de
la geograffa
y
de la actividad humana, de ahf su orientacion
sociocultural.
Aprender a leer implica el desarrollo de procesos cognitivos
propios de una alfabetizacion funcional (anticipar lo que dira
un escrito, aportar nuestros conocimientos previos, hacer
hipotesis
y
verificarlas, elaborar inferencias para comprender
lo que solo se sugiere, construir un significado) mas la
adquisicion de conocimientos socioculturales particulares de
cada discurso, de cada practica concreta de lecto-escritura.
Esto nos permite plantear, con caracter de urgencia, dos
consideraciones: desterrar de la perspectiva educativa toda
improvisacion, pues favorece el subdesarrollo, e impulsar en
nuestros estudiantes la debida consideracion por su lengua
natural, garantfa indispensable para poder abordar el cambio
y
el progreso. Un buen plan de lectura nos enseiiara a
aprovechar nuestra condicion pluricultural
y
plurilingue.
DESDE ESTA PERSPECTIVA, zC6MO MIRAR NUESTRA
FUNCl6N COMO DOCENTES?
Desde cualquier pregunta, lo vital, lo que siempre seiiala el
norte de nuestro rol como maestros, es la reflexion sobre el
sentido mismo de la educacion. Es el momento de poner
nuevamente en el tapete las famosas preguntas sobre que
enseiiar, como enseiiar, para que enseiiar
y
por que enseiiar.
Nos reconocemos como agentes democratizadores, por lo
tanto, adscribimos a nuestro rol profesional una funcion crftica
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