1(e-
habicances de
otra parte del país. Los
propios indíge nas
no tienen
la misma
tradición, ni
actiw d
frente
al /JToblema
de
la g1,1erra
con Chile.
¡Por
qué
razón?
Porque
n11evamence
vemos ahí
el
fenómeno
de
la dominación inca,
nuevamente
viene
ahí
el
fenómeno
de la
tradición
andina
legi timada en la conciencia
de
los hombres
del /meblo, de
cal
uerte que
en
la ierra
central la marka y lo ayllu asocian la
idea de la patria a los
territorios con·
ang11íneo
,
a
La
cierra \1i11culada a
su
/>ropia
genea logía,
a
it
tradi
ión
familiar,
entonce el
ser horadado, o
el
ser invadido
por
un tranjero
implica al final qiie
el
in
asor e
té
ocupando, mancillando la
marca
de
1m
ayllu,
de
1ma
/>equeña patria
o la nacionalidad
a ndina . Al
lado de
esto
vemo
que
á
ere
,
qu ien
era
1m
genera l
de experiencia
i11en
ia l errana,
con
1m
pasado ide ntificado
con
el
mundo a ndino,
pudo
no solamente u tilizar
el
queclma
para
u
prédica,
ino también símbolos
y
refi
rentes
incaico
,
de cal modo
que en
varios PLteblos y
onumidad
s1t
presencia
fue
on
iderada orno una
suerte
de
retomo
del Inca.
Era re
ibido,
como
lo
eran
anterior mente
los in ca en las
jornada
en
que
se
moviliza ba , />ara
re
oger
vituallas o
en
las correrlas
dura nte
la
re
i
cencia
nacional.
pp.
118-120
K P
OLI E
UDER
,
W ILFREDO.
. Historia,
C
lklore.
L'l
muerte del In a
e n Po mab . mba• . En: MERI NO DE
ZELA, MILDRED
(compiladora). Ensayos
obre
el
folklore peruano.
Lima, entro
de
ln"e
t1gac1ón
de la Universidad Ricardo
Palma, 1999.
MÚ I
PO PULAR
EN LIMA
Jo
·é
nr nio Llo rens
Ha.
w
ahorci
hemo
e
ta
do
onsiderando
exten
amenre la smw
ión
de
Lima y
el
desarrollo de lo
medios
de
difusión
en
el
cimbito urbano. Esto
se debe
a que el pro/>io
ere
imiento
de lo medios
moderno
e nwo
entrado
por
mucho
tiempo
en
la capital,
sin
llegar a pro·
pagarse
signifr
acivamenre
en
el
incerior
dd
paí
hrura
la década
de
1950.
ada
parece
indicar
que los
géneros
populare
44
ll o a la a en ida Méx ico un luga r bi n bravo, llegamo al
local A
í
E M i Ti r ra, a hí c noci mo y e cuc hamos a Lo
h ap i , q u era n t talme n te ído lo . El local e taba repleto,
había ntre tre mil y cuatr m il pe r o na . Teníamo que hacer
co la d e de la d iez de la mañana ha ta las cuatro , cinc d e la
tarde pa ra ingre ar, porque mucho p ro incian o que rí amos
bailar con e a mú ica.
Y,
oy hincha d e e a mú ica, e a chicha
n ta . Soy hinch a d el G ru po G uinda, d G ne i , po rque a
todas la «natachita ,. (lo d igo co n rgullo) no gu taba e a
mu 1ca, e tonit medi o ahuaynad : «Dó nde e tará , palomita
in g rata ». To do lo p ro in c ia n o ve ía mo
nto n ce una
similitud de l huayno co n la chi ch a, que se a emeja n tanto,
ha ta prim h rmano
n, creo.
Yo cuchaba tod a e a mú ica p r la radio, radio lnca, radi
U nió n , que en e
nto nce q ued aba e n la a enida Abancay,
per en realidad yo nu n a aba ndo naba
1
huayno. Así empecé
a o noc r a mi héroe mu ica l , c n cí prime ro a Jo hnny
Cam p , q ue e ah ra u n d e mi compo itore ; c nocí n
per na a Lucio y Tomá Pach co. Para m í c noce rlo fue c mo
para o t ro
n oce r a lo
R
lli ng St n e . o n í a Ali ia
D lgado, Mi na G nzál , Totit an ta ru z. Verlo en p r o na
ra alg alu ina nte, a lg inal am ab le que e hacía rea l.i d ad .
Lo había e cu hado y i t en lo di co
aho ra lo e ia en
na.
N
podía reerl , le tomaba
f
t , m gastaba r llo
nte ro, ra unaemo i n , una ilu -ió nqu me venía de d. n iña.
l nclu i , un día
los dije, a mi an imalito de la chacra le
había pue t u n mb re , a un to ri to q ue m rega ló mi papá
y
que e ra m di o go rdito
1
pu e To tito, a una aquita que e ra
má flaquita
1
pu e Mina, a u na acaza q u e ra d e e a fu rte
le pu Alicia, a o tro to rito
1
pu e Luci y To má . A í,
pue , todo mi animalito tenían
n
mbr de una e tr lla del
~
1
lo r . D pu · o noc rlo fu e mara ill
mi
hau .
19
am, óm
ía n
n , e t no
lo
lo
rma na a Vi lla María,
un día
r
n
EL P BRú