me castigan , junto a mi padre y mis hermanitos. Esa fu e la
última gota, i no e tabas en la ronda tenías que estar en
el
otro lado, era bien peligroso. Ento nces decidí venirme otra
vez a Lima.
C uando ll egué, me instalé en Vitarte e hice un pequeño
taller. También con otro grupo organizamos Tawaq , que luego
ería parte de la Central lnterregional de Artesanos del Perú
(C IAP) . La C IAP se fo rm a e n 1992. Ya e n e a é poca
comenzamo a pos icio narno primero en
el
mercado local y
luego, poco a poco, en e l me rcad o inte rn ac io n a l de la
expo rtació n. Por e a época Tawaq o rganizó una expo ició n
colectiva de todos lo artesano ayacuchanos en el Mu eo de
la Nac ió n. Para esa expos ició n yo h ice una cerámica de un
músico grande, a í como un reto. Ahí e que Carlos Runcie e
interesa por el mús ico. «¿De quién e ese mús ico?», pregun ta,
entonces hacemos contacto y no conocemo . Él me propone
hacer un grupo de mú ico . En tonce , con Carlos, hablamo
con la ga le ría Fo rum pa ra hacer una exposición d e es tos
músico . Ah í fu e cuando me in ició en e to de las expo iciones
individ uale .
Esa exposición ind ividual fue en el año 1994. Fue un buen
reconocimien to, e endieron todas la p ieza y e o generó
otra individ ual en la ga lería de la Municipali dad de Miraflore
y u na colectiva en el Centro Corriente Alterna. Fue una etapa
muy buena, tanto artí tica como comercial pero e to de los
músicos viene desde que aprendía arte an ía en Q u inua. En
esa época yo quería hacer un mú ico de reo-u lar tamaño para
atraer a la gente, pero la arcilla de la zona no a portaba mayor
volumen.
La
arcilla so la de Lima tampoco re istía, pero cuando
mezclaba la arci lla de Lima con la de Quinua ocu rría una
co a muy intere ante: e ca mezcla aportaba el choque térmico
con el calor, la pieza no e reventaban. Entonce me di cuenta
de que, cuando se hacía e a mezcla, los mú icos e pod ían
parar.
La
arcilla de Quinua le da plasticidad y fue rza a la pieza,
y la arcilla de Lima le da resistencia térmica. En tonces, la
piezas no se rompían con el calor. Pero también las p iezas ·
expresan lo que on los músicos de la zona, e t ilizando los
pie que son chiquicos con el cuerpo grande. Además, le
agregaba una base de fierro para que lo músico resista n
cualquier movimiento y sigan en pie.
Paralelamente seguía en mi labor de organización, de la
dirigencia, de querer desarrollar a lo artesanos que no tienen
pedidos, trabajar con ellos, formar una cooperativa. Así trabajé
con Tawaq durante seis años, hasta que entré en la CIAP de de
más o meno el año 2001. Aunque por la di rigencia he dejado
un poco
el
lado artístico, siempre he ido trabajando pa ra
pedidos y algunas pequeña muestras: hice un pesebre gigante
que se expu o en una ga lería de Barranco y luego en la
municipalidade de Ate
y
La
Molina. También expuse en la
Galería Pancho Fierro , y sigo trabajando pedido para
Venezue la, para Miami, para Paraguay. También hice una
V ISIONES D.E LA MODERNIDAD DESDE LO CHOLO
nicos. No es, piies,
el
mercado
en
si
la
novedad,
sino
los rasgos concretos que
éste
pasa a asumir a partir de
un momento
dado . EL elemento fundame n tal q1ie
desaparece es
la
ritualidad del contexto
en
la
circulación
de los objetos,
expresión
de un tipo de
organización
de la
producción, que algunos antropólogos
económicos
asocian a una simetría bdsica
en
La
organización
social.
La
confluencia de los dos mercados
no
supone exclusivamenre la
modificación
de lo precapitalista;
también
el capi–
talismo mfre cambios
en
el
encuentro,
y
el
encuentro
mismo es la
expresión
de cam–
bios
en
esa modernidad. Desde esta última
perspectiva lo nuevo es
La
aparición de
un
volumen
de
transacciones
que antes
no
tenían
curso para
La
economía de es te
ector.
p.
96
LAUER, MIRKO.
Crítica de la artesanía.
Lima, Deseo, Centro
de
Esttidios
de
Promoción
del Desarrollo, 1982.
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