ale su e po a y le digo que h an matado a Som za. Po r
supuesto, Guillermo e taba e crib iendo un libro,
Los evangelios
según
Sandino, obre Nicaragua. Sabíamos que cuando él e taba
e cribiendo, e encerraba en u oficina y no alía. Sale entonce
despe inado y me dice que pa e. Cuando le digo que ha n
matado a omoza, me dice: <ljA mí qué me importa, toda ía
no lo he matado en mi libro, no me entretenga
!».
Esa es otra
de tantas anécdota que he tenido orno un per onaje que ha
estado iempre cerca de lo gobierno por razone de trabajos
periodísticos.
U n día con la revista
Caretas ,
no recuerdo el año po rque
en e o... Debe de er en 1970 o 1980. Me ll amaron di iendo
que había que ir con Fernando Ampuero a una conferencia
de pren a en C ho ica, donde e taba Gina Lo llobrigida. Le dije
a E n rique Zi le ri , e l direct r: «¿ Po r qué vamo a ir a una
conferencia de pren a donde a a estar todo el mundo? Vamo
a estar, por upue to, pero alquilano una habitación que e té
al lado de la de ella». Zileri lo hizo. Y no fuimos, y al margen
de la conferencia de prensa que e taba aturada de gente, no
hicimos amigo de ella, que era también muy afi cionada a la
fotografía . Y pudimo hacer fotografías que no p dían lo tros,
porque eran la dos, tre de la mañana, y ella e taba en plena
jarana. E taba mayor, pero siempre guapa, iempre bella. En
mi trabaj o , e tuve s iempre d e in cóg nito. O ja lá h aya
oportunidad para que puedan u tecl es er cómo trabaja un
reporte ro gráfi co, cómo u a lo med ios más d ifi ci le .
Lo má grande amigo míos
n poeta , la mayo ría, y,
por upue to, periodi ta . Po rq ue hemo trabajad o juntos,
hemo hecho periódico junto , hemo manejad parte de la
hi t ria de e te pai junto . Ahora m i pad re han fa llecido,
mi hermana está un poco delicada y yo, peor, y despué de
cincuenta y tanto año dedicado a la fo tografía y a recó rrer el
mundo e toy dedicado a hacer un lib r obre p r onajes del
iglo XX. E te tipo de libro tiene una actividad gráfica. El
primer libro que hice a i fue obre Raúl Porra , con cita que
on francamente mara illo a , igual con F m a ndo Belaunde,
con Haya de la Torre y c n el po ta Em e to Ca rdenal. A Neruda
le ilustré su libr
Alturas de
Machu Picchu.
En mi archi o, que tiene má de ci ncuenta años, e tá la
memo ria d el Perú , po rque mi en t ra uno e cribi an n o ta
periodistica , y o tro como Tho rndike e cribían la histori a de
la guerra con hile, yo fotografiaba, fo t grafi aba y fotografiaba.
Podía ser en la Huerta Perdida, donde vivía la fa mo a seño ra
esta, un per onaje de Pinglo en un val , 1 abe\. Po rque iempre
estaba con la cámara, fo tografiando, y me amanecía, p rque
no queria perderme el amanecer, do nde te n uentra con
t do
tos bohemio , todo udo
de tanto chupar, de tanto
comer. Esa foto exi ten, e tán guardada .
e puede hacer una
con~
renda sobre lo que era una jarana
en 1955, 1960. No íbamos todo a la jaran a, y no o lamente
no o tros lo cri o ll . He isto gente con e moquin e n La
VISIONES DE LA MODERNIDAD DESDE LO CHOLO
(( El periodismo
es una de la
enfermedade
más p ligro
a
que
hay))
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