concierto, se habían formado sobre
promontorios y reductos infranqueables,
a base
de
la piedra y barro, que fueron los
tíni cos y princi pales elementos de
construcción, sobre todo
en
los AltosAndes.
En
estos pueblos coloniales no es ya el
ayllo, bajo la protección del totem, la
única base y sostén
espiricu.al del indio;
no es la h1wca la que ampara sus tierras
y
anima
a s1is antiguos ritos panteístas.
Son los barrios constitttídos por ay/los
diferentes y hasta adversos -p11es en estos
pueblos cada ayllo formó un barrio
distinto-
los que cimentan la nueva
agmpación; es el Santo Patrón, es la
imagen venerada por la fe, el nuevo tótem
del pueblo; son las fiestas de la Iglesia
Católica sintetizadas en el Corpus,
las
que
le
hacen holgar y
encender
su alegría
o su tristeza. No
el
toco rico ,
el
michoc,
el
uyuyoc apo,
los
camayoc;
no son estos
funcion arios del Inca los que
tiendrán
a
visitarlos distribuyendo tierras, cobrándoles
el tributo o vigilando
u
conducta. Son lo
alcaldes, los regidores, el tesorero y demá
miembros del Cabildo y las autoridades
políticas, los
que
estarán cerca a ellos
administrando j1isticia, reglamentando
11S vidas; y erán repartidas
las
cie1Tas
por los remensuradores
y
oficiales reales,
como funcionarios del
Rey
de
España.
Es que
las
red11cciones o nuevos pueblos
de indios, como dijimos, se erigieron,
administrativa
y
legalmente, a la 1isanza
de las Comunas de Castilla, con el
régimen de
u
Cabildo.
p. 118
Por otra parce, a los indios q11e hoy
habitan sobre nuestro territorio, no les
queda otra cosa q11e amescizarse:
ch o lifica e.
Y
can en u mayoría lo
están,
desde tiempo, amestizado
,
q11e no otros
los nombramos cholos.
El mestizaje es
1m
fenómeno
ine
itable
y fara!. Este proceso de
la
amestización
e realiza por m1íltiples cond11ccos:
el
idioma, los
camino
carretero
,
la
religión,
el
trabajo, el seruicio militar, ecc.
pp.
201.202
126
mirándolo. Me gu tó e te per onaje, me entu ia mó,
yo
quería
er pintor, dibujante. Y comencé
iendo dibujante,
iendo
ob rero ga né un premio que e ll amaba Juego Depo rtivos
Obrero . Esto en el gobiem
de Odría,
yo
empecé a trabajar
cuando era niño. Mi hermano era mae tro
idriero. Siempre
he tenido una relación con el arte,
y
el vidrio no era el
idrio
de botell a o de lamparilla. Era diferente. Me pu e a trabajar
con mi hermano y con eguí la li breta del eguro, mentí en mi
edad. El día que el mae tro general checo lovaco encargado de
la fábrica donde trabajaba dijo que el negocio no e taba yendo
bien, e e día me largué. Ahí e donde entra mi padre y me
dice: «Bu eno, te oy a lle ar donde un amigo mío en Surquillo».
Era el famo o Anto nio Noguchi , un japo né que tenía un
e tudi o de fotografía. Él le había dicho a mi padre: «S i quiere
que le en eñe a tu hijo, que enga acá
el
!une a primera hora,
y e queda ha ta el ábado».
En
u e tudio fotográfico ll egué a co nocer la cámara
fotográfica, pero mi primera
foto nunca existieron, po rque
la placas de es tudio, d nd yo ya hab ía tomado de frente y
p rfil a un cliente, en lugar de enmarcarlas, la cub rí, porque
todavía no con cía de fotog rafía. Entonces, cuando las revelé
con mucho entu ia mo, no había nada.
Este eñor
oguchi tenía mucho
li bro y reví tas que leía
ahí. Él tenía ademá do jó ene ayudante , do japone e : un
gran ret cado r, Víctor Koga, y un gran laborato rista, Fortunato
Harada. El trabajo e llamaba Foto E rudio Venu , en la ca lle
Dante 642, en
urquill . Ya no exi te, he pa ado por ahi y
e tá la ca a, pero han cambi ado todo. Do rmíamo sobre el
labo ra to ri
, donde el mae tr Noguchi había preparado un
altillo. Ahí
vi
íamo y no conrábamo co a . Esto do jó ene
cantaban en japoné . Alguna canciones la aprendí. Salíamo
lo
ábado por la tarde y no regre ábamo
ino ha ta
el
!une .
La
relación era muy buena, la am i tad e mantu o ha ta que
uno de ello
fa lleció y al otro no lo eo má .
El mae tro Noguchi era el mejor retocad r de e tudio que
había en e a época en Lima. Había una cadena que e llamaba
Toyo fuko, y en todo Lima e taban e a
tienda . L
limeño
aco tumbraban a ir a hacer e fot
de familia, de pa aporte, y
e retocaba mucho. Mi mae tro e ra un QTan retocador. Y tuve
un problema. Cuando ·1 e accid ntó on u arro,
d
figu ró
el ro tro. Entonce dig : Qué raro, un hombre que retocaba a
rodo Lima, que lo
acaba b nito
a rodo , e raba a
í.
E o
influyó rnuch
n mí po rque no me gu ta el retoque, a mí m
gu
ta tal com
e
la per ona. Tomábamos de ayuno, c rníamo
junro , con er ábamo , en la noche una cena y de pué a
d
can a r, o no
íbamo al cine.
Yo e taba enca rgad de la limpieza del laborato rio. De cubrí
d
pué que limpiando t
a dando cuenta de lo que contienen
lo pom
, y lo
p n
e n o rd e n , todo tiene que e tar
impecabl , y la ga le ría tambi ·n , po rque
ien n client
. Eso
me dio la c
tumbre del
rden.
oguchi me en eñó la di cip lina
Co
UIO LO CHOLO EN EL
PERO