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31

.

Ningun práctico podránegarn·os ·que en la errfermédád

de que tratamos se ofrecen tres principales

indicaciones:

l. o abatir la

intlamacion

local,

y

si

hay

fiéhrejvmoderarla:

2.

o apaciguar

el dolor

y

resolver el

espasmo;

y

3.

0

eva-

--

-------·

--·

-···-·

----------------·

---····

----

en medictna los

hechos

son todo; mas, que diciendo

hechos

no se habla de los

hechos

particulares

y

obscuros

de

uno

ú

ot1·0

médico, sino de lodos los

hechos

conocidos desde llipócatres

hasta

el dia de

hoy;

de

los

hechos,

no

vistos

aisladamente

y

sin

'3onipata.r/,os, como

puede

hacerlo el mas ignorante

enfermero

de un hospital, sino de los

hechos

estudiados,

comparados

y

ol>servados con el

<do

de una razon

clara,

penetrante

y

ejerci–

tada,

y

jeneralizados

en cuanto es

posible

por

medio

de la aná.

lisis; en una

palabra,

de los

hocJms

que

liacen

la riqueza de la.

verdadera, medicina,

y

forman la

ciencia

del médicofilósrfo,

~-~,;'!

Y.

no.

de los

hecho~

cuyo .caracter

~e

escmul.e

bajo un

1"~lo d~ma-

,7.

/

,.,,-"

siadamente

denso

a los oyo.y ele la ignorancia,

y

que solo sir-ven

/

~

.

-++-

:

cíformar

el último asilo del empirismo.

\ ..

;J. ·

'VnI'If

Hechos

tuvo Paracelso;

hechos

JJfesrn,.1·;

hechos

tienen ·

S ' ·

-n-

.

los

magnetiza.dores del dia;

hechos

los Br(lwnistas;

hec hos

los

\:~!> •

·-

·.·~·:;·

sectarios

de Le-Roy;

hechos

los

mas exaltados

discípulos

de

·.,

-~~.;;;;};Jr;

Broussa.is;

hechos

tienen

e1i

Chile el

rn~d1 co

de Chuapa

y

la

·

rn

édíca de las lomas;

hechos

tf.ene en el Perú JJa. }).

S.

¿De

cuales de estos

hechos

nos

quierell hablar

los que

nos

hablan de

kechos'!

Si

hay

hechos

en favor del calomelano ad11dnistrarlo con

frecuencia en la disent(:ria, nada es mas

posible.

qu.e hacerlos

valer,

publicándolos,

y

p f.rmiliendo asi qur>. puedan

analizarse

y

compararse

con

los

que dPpo1ten en su

coí!tra.

Conocemos

á

uno de los

f

acultath:os c¡ne

lktce

mu,c/w uso de

aqud

remedio en

la dicltct enfermedad,

y

ú

quien sin

embargo

tributamos la mas

cordial estim.acion (el

/)1·.

P. )

Ila l

lándos(i

este profesor al

frente

d<~

un grande hospital, le

S"rá

muy fá cil

t~niabla.r

una

serie

de

observariones

sobre el

ca/omdan•1,

administrandolo

solo 6

en

compañia de otros remedios. ya en la. disenteria, ya en

otras enfermedades. Cuando se

cond 1u¡a

t:ste

trabajo,

'lJ

se

publiquen .iunlmuente las

obser1;aciones

n;c:tódicas que

·podrán.

hacer

y

escribir n

!tabPr

hecho

.11

escri 'o

los demas facultativos

de Lima

sobre el

mismo

asunto,

enl<¡nc1's

podrá hablarse

de

hechos.

lllientra.s 'ª'''º los

hech" :i'

de

los

calomelanistas

no

se sobreponrm

á

la liitea en que se

hallan.

colocados los del

panquimagogo.