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nos irritante,
cuyo
uso
oportuno
es
bastantf.mente
dificil, si
no
es mej01·
abandonar de
un todo
semPjante
recurso
(§§). Es
verdad que en elim!ostan
los médicos vulgares suelen
con.
fundir aquellas dos enfermedades
(~í);
y
lo
n1ismo
sucede
en
la
Améri~a
del
Sud•.
Mas,
á
los ojos de Jos prácticos
ins·
truiclos no puedt:n confundirse. Y
si
muchos
de entre ellos,
tratandoae de flujo epátieo, fundan en el
calomelano udrni–
nistrado
en dósis
muy
:dta~,
la esperanza de la cnracion, nin·
guno se
atreve
á
ndll1inistrarlo
del
mismo
modo
en Ja
venla–
dcra
disenteria
(~11").
De
todo lo
espuesto en este
ensayo
es facil
concluir
que
el
ca)omelano
á
alta
dósis debe
considerarse como un
reme.
dio
peligroso
y
frecuentemente perjudicial,
no
solo
en
la di.
senteriapropiamente
dicha,
sino
en
vi.trias
otras
enfermeda–
des;
y
que
muy
raras
veces
puede
convenir
su uso,
del
modo
ya
indica.do,
en
alguno
de Jos
varios petiodos
que ellas
pua–
dcn correr. Y
sin
<~mbargo,
ú
pesar
de que en casi todas
los obras de medieina publicadas
desde algunos años
ú
esta
parte, se increpa el abuso que suele hacerse de aquel reme–
dio:
lí
pesar
de que en casi
todas
las ciudades
de
la Amé–
rica del Sud,
y
con
particularidad
en Lima, una voz jcnc·
ral denuncia este abuso
como una
plaga
desoladora
(11),
los obst.inados entusiastas del calomelano, despreciando l¡i.
opinion de los escritores
y
el clamor de los pueblos, sin
(§§)
Diccion. de mcdec. et
chirw~g.
practiques
t.
i1i{j.
p.:324.
Segun Crimeilhier, el cólera morbus es una especie de }lujo
e!pático.
(~f)
Véase la obra dtJ Curtis, An account
ef
the diseases
of India, de la que hemos sacado los
C;tlractos
citados mas
arl'iba.
(fl~f)
\Vhen we find
mercurial
frictions,
pushed
the
wholc
length
of a
salivating
course,
rci·omended
by
onc, nnd dosc
of calomel to the ext.ent of ten grains every nigth
by
ano–
ther, asa safo and efectual mode ofeure
fof
wlmt they terrn
dyscntcry;
it
is
eridPnt,
if
tliis
praetise
where
to be
~dopted
in the trcatmcnt. of real dysentcry, much
rniseliief might
undoulitcdly folln v.
Cur'is, ohra
citada,
pag.
X.XI.(11)
Los ''si'ragos
qu.e ha
hPcho d
ca.lome/ano fn la América
del
~"'ud,
han sido mayorl's qu.e los que han podido causar la
disenteria, la escarlatina
y
todas las intermitentes reunidas.
Y si no fuese asi, ¡,de qué seria· proveniente
el
terror que se
le tiene'!