-():J-
l1ria
cost<ulo pr<H:licarlas sin
ntu•stra niarea
.Y
a
uomhrc
de
c1rnlquier
otro cornercicnle de
T11cna
o Arica.
il.
0
Que antes de
cxan1i1wr
el Gobierno de Bolivia
11uestras esportaciones por
lides
puntos,
debió
investigar
rnas
bien
la
cslraccion
cl¡uuiesl
ina
de quinas holivia1ws
que en
ca11t.id11d
de cerca dt' 1,000 quint;des ha
i.enido
lu–
gar en todo el afio 48 por los puertos de Islay
y
Aric:1,
se–
gun consta de
los
rlocmncnlos que tenemos de esas rnism;¡s
ad un
nas,
en gwmfa de nuestras futuras acciones contra
el Gobierno contrntante.
Sr.
nos
ha
acusado ..
.
¿pero de
qu{~
no se nos ha ,:tensado
con el único
y
rncdilado plnn de
¿il;mnar
al pueblo
contra
nosotros, para c¡ue
fallc.n sobre i:uestra propiedad,
empe–
zando por fallar contra
nneslrns
person¡¡s .Y la vida de !ns
socios residentes en la Paz? Oh, ¡Señor
Ministro!
cuún
cierto es que en {'.¡meas de tr<111siciou p(Jiítica, la codicia
para repartirse los caudales, l!arn;: en su auxilio a !a ven–
ga11z<t para <¡ne se reparta !;1s
víc1im¡1s.
Sin ernhargo de la
itn
erosi1nilitud de bs prcdicllils
c:1-
lumnias, muchas de ell;ts se han creido o
;1p:1renl.ado
creer–
se, porque lodo se cree
ctrnndo
se
t
ienc
ganas de creer, o
la creencia.
sntisface
algmw
p;1sion.
Hasta se
h<t
creído o
aparentado
creerse, qun
la
opinion 111íblica
J la
prensa,
rp1e
se dice órg<mo de
tHJUelia,
estaban en oposicion
dd
mo–
nopolio
J
de
nut•sl
ro
conlr<1lo, solo
l)Ol'fjUe
en
Rlgu-
11os periódicos
de
l;1
Paz
;1p;ll'eci;ut
en este
sentido muchos
m·t.ículos,
Jª
editoriales,
)«l
co11rnnicados
suscriplos
por
todas las clnses de la socied;1d; sin fij;irse en que no
pasan
de
lrcs o cual ro inlercsados,
los
csclusivos autores
de
lodos
ellos. Sin embargo,
rrnrn
:tlucirwr
:11
público
.Y
<11
Gobierno, se prcsenltm ht1jo de mil seudónimos,
calculm1-
do, que nada hai mas fitcil que engafüu· al pueblo, cu_yas
preocupncioncs han hecho
_y;1
lil rnit.atl
lle!
camino antes