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k1rca1]1) e11
Arica
nuis
zurrones de quinn c¡ue losgniatlcs tl t'
la PJz,n como si para disminuir el perjuicio que
el
contra–
lwndo nos
lwcia
<'ll
el
<·slt'rio1·
;mulan rlo de
hcc!to
el
1110-
nopolio, no !mhiescmos
tenido
derecho para comprar t•n
T:tcna )' Arica cuantas partidas de quinas
nrn1Hlnl)iln :1llí
ele conlrnbando
nuestros
1nismos acusadores. En uso
(fo
nuestro
derecho
)' en
prot cccion de nuestra esclusiva
llm
comhalida por los conlrnhandistas,
henios
co1nprado en
dichos puntos algunt1s rnui pocas parti<fos que hemos po–
dido cous<·g:uir
se nos
vcrnb, ).
l;.1s
habrimnos
co111prado
todas, si nos hubiera sido posible obtenerlas;
y
iiernos re–
cibido
y
embarcado otras
(con
póliws suscriptas por rmcs–
tr,1 firma ) )' consigna<las a
nosotros,
por mnigos
de Puno
y
aun de la Paz para darles
estimacion
en
el
esterior. En
caso preciso por convenic11lc a nue stro
derecho,
cslílrnos
pronlos a
probar lo
que
decimos
con
cs prcsion
de
eantida-·
des, vendedores, precios ,
consignadores
y
hnsta
procc–
dcnci<l de diclws
parlidas.
El mismo Gobierno,
c¡uc
nos
vió
como a corresponsa–
les)'
colaboradores del
ex-presidente
jene1·1d Ballivian ,
llt~gó
;_dguna vez a dar iinporl:mcia a tan
torp~
acusacion ;
sin
;uhcrlir:
l.
0
Ouc en Tacna v Arica
cst;1harnos
en nuestro dern-
.......
,;
cho
vendiendo, comprando
y
e...
port<lndo
<~twnta
quina qui.-
sicscmos
y
pmlicscrnos
vender, cornprar .Y esportar, sin
'JUC
el
Gobierno de
Bolivia
luviesc
intcrvencion
;dgunn le–
gal en operationes de esta clase, practicadas fuera de su
tcrrilorio; ni a inspeccionar
los libros de
una
aduana
cs–
tranjcra,
y
1nucho rncnos para juzgar por
ellos,
siu incnrrit·
en
un
jfawro de Rrhitrari.cdad
y
tiranía
hasta hoi dcsco–
nocicfos.
2.
º
Que
;d haher hecho nosotros tales
esporlaciones
de
un modo
ih~g<1l
como ba
querido
suponerse,
1rnd¡\
nos ha