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VIII.
LAS GUERRAS CIVILES DEL PERU, Y SUFRI·
lU-ENTOS DE MOQUEGUA EN ELLAS,
No solo preparó el hado inexorable para Moquegua
JoS inmensos perjuicios que van referidos en la glori\lsa
lucha de nuestra emancipacion·; tambien otros mayores
y
mas dUraderos le sobrevinieron en
las coutiendas f1atri·
cidas que ha tenido que sufrir el país para constituirse con
solidez,
y
que dP.bieron haber sido consiguientes a la vio·
)ent.a transicion del
coloniaje a
la
libertad.-] urada
la
Constitucion de 1828
y
violada con escandalo por los mo·
tines
militares
de Lima y Piura en junio de 1829 pro-
:
clamóse la nueva administracion Gamarra,
y
cuando pen–
~aban
los pueblos, con especialidad los del Sur, que era
llegada la época de su descanso, aunque llevasen en su
frente el baldan de 'l'arqui, se reprodujeron en 1831 sin
causa suficiente,
y
tal vez por
mlttu~s
c_elos del personal
de Jos gobiernos
agrias
querellas con 13olivia, que
solo
tuvieron por resultado
en
cuanto a
'los
hechos
de
armas
alguBas
insignificantes escaramusas, pero que refl.tly<•ron
en
la
directa ruina del comercio de
Moquegua,
puesto
que
por parte del Perú se le arrancaron varios emprestitos de
dinero
y
crecido número de mulas, que
aunque
de¡;;pues
se
hubiesen reconocido en billetes sus
valorf'S,
al
fin fué
una
efecti.vaperdida
para el valle por la
depreciacim1
de
e·se papel,
y
por Bolivia el crecimiento del encono
pa1
a
con el
comercio peruano,
y
cuyas desavenencias
e¡:.pJot~das
muí
h8bilmen1e
por los
gnbernant.E's de aquel pals
JHO·
ducian
la
mas cre('iente diticultad en
'la
venta de
Jos
li·
cores moquE"guanos gravados ya con fuertes derechos
en
)as plazas de consumo: los preliminares de 'l'iquina-
y
la
paz de Arequipa alcanzada por la medladon de Chile m<ls
bien fué una corta tregua que remedio eficaz para ese co·
mercio, que
desde
luego fué hericlo mortalmente por la
primera vez a causa de su interdiccion
por
alguuas
semanas.