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(4

do est

os d

e su inmerecido triunfo no solo se contrajeron a

pasear

s.us

estandartes en nuestras ciudades, no solo saca·

ron inmensos recursos de la Aduana de Arica.

y

de nues·

tras otras rentas fiscales, sino que tambien se dedicaron

a solicitar con inaudita villania por cuantos medios podian

la total separacion de ese Departamento para agregarJo a

su Republica. A fines de enero de 1842 pisó una fuerte

division de ese .ejército la poblacion de Moquegna. que

desde luego la encontró yerma solitaria, porque todos los

vecino¡.;

principales

y

hasta algunos de la

plebe misma

desdeñaron mirarla, pues en ello consideraban su opro·

hio; nadie le franqueó alojamientos

y

tomándolos a vh•a

fuerza, ·o.esde su jefe el Geueral Dallivian en vano solici·

taban el agasajo

y

festejos tan proverbiales en el

ale~re

!'loquegua;

en

los paseos públicos,

en

sus deslumbrante:;

evoluciones militares

y

hasta

en

el

teatro

mismo recibie·

ron

esos

invasores, incluso

su

general en persona,

las

se·

flales mas evidentes de

menosprecio

y

desden:

mas

de quin•

ce dias alli permanecieron,

y

si rnt6ncos hni rn ese

putblo

armas, nadie hlibria salido del ''aBe sin pasar por otras

horcas caudinas, pues que varios atrevidos

jóvene~

habian

proyectado una formal sorpresa, que por escasez de fusiles

no se

llevó a cabo; pero en la retirada vengáronse con

usura los bolivianos de las

~frentns

}. bochornos quesu·

frieron al querer conquist:tr a los hahilantes del país, ha–

biéndose dado órden que en una misma hora saliese por

todas

direcciones

a

recojf'r cuantas

mulas

y

caballos en.

contrara; tomado

por

sorpresa el vecindario, les

fue

raen

recojer mas ele quinirntas

bPstias

que ucto continuo se

)as

arrearon hasta

~u

pals, cuyo valor no se ha

reconoa

ciclo, ya por no haher comprohante¡;:

1

y

ya porque per Uos

o

tres bestias que a cada persona se le su:&trajo parecia

rirlirulo que se formase un es:perliente: tampoco

~e

ha re·

conocido por

igual

razon part.ida

ulgunu

de las alfalfas

con~umidas,

del pan, rle las reces,

y

de otros

comestihiPs

(!I,IC rn

la~ ealle~

nrrt-lmtalmn. purs que mulie

lt:s

rltlha

cosa alguna, ni se la ofrccia cou ¡,u voluntud; en Tacna

t