DISCURSO
JRONURCXAOO POR DON pARISTO
f ·
rOUBLETTE, EN LA f\.El?AR..
TlCXON DE PREMXOS A LOS ALUl\rnos'DE LAS ESCUELAS PUBLXCAS.
Acaba de tener lugar uno de los actos mas importantes de vuestra vida escolar,---la distribncion
de los premios a que se han hecho acreedores :i,quellos de entre vosotros que mas se han distinguido
en el último año por su talento, aplicacion i buena conductri. Bste acto debe ejercer en vosotros
l:larcrida influencia no solo en el tiempo en que teneis todavia que concurrir a las aulas, sino cun.n–
do ya hombres formados, ejerciendo alguna industria o profesion, i guiándoos por vuestros propios
sentimientos, entreis en la vida laboriosa i activa, i en el contacto inmediato i continuo con vuestros
hermanos los demas hombres. Porque este n.cto solemne debe despertar cu vuestros t iernos e ino–
centes corazones, no la negra envidia, sino el estímulo, la noble emulacion, quo si ahora os hará
redoblar vuestros esfuerzos por alcanzar e-tas sencillas distinciones i recompensas, mas
t'.lrd~
os
estimula.r:.i. a compet
ir dignaménte por sobre salir en la indu tria o profesion que abraceis, i merecer
por vuestra acrisol::
i.daconducta la estimacion i respeto de Tuestros semejantes, premio que los
hombres dan a la honradez i al trabajo.
La patria, para dar a este acto l'a mayor solemnidad po1>ible, i que de él quede una fuerte i salu–
dr.ble impresionen vuestras imajinaciones, ha dispuesto que tenga lugar en los dias en que celebra–
mos el gran aniversario de nuestra independencia, como si quisicm tambien hacer homenaje de
vuestros a.Jelantos en el saber a la memoria de los héroes qne nos dieron patrin i libertad.-¡Digno
i
merecido tributo! porque si a sus heróico;; esfuerzos somos deudores de la libertad de que goza–
mos, debéisles tambien vosotros
l:1
cclucacion que recibis, pues ellos no solo quebrnnt.aron las cade–
nas del humillante coloniaje en qne viviamos, sino que destruyeron rancias preocupaciones
i
odio–
sos privilcjios. Uno de estos era el que .reservaba a escasa
i
reducida parte de la sociedad las keutcs
clel saber, i gracias a ellos es que podeis todos recibir la eclncacion, el sal.Jroso i nutritivo alimento
del alma que hará de vosotras, graciosas niñas, madres tiernns
i
virtuosas, i de >osotros, jóvenes,
verdaderos i honrados ciudadanos que conozcan bien sus sagrados derechos i cumplan fielmente sus
tambien sagradas obligaciones.
Las autoridades i mtmicipio del departamento se regocijan hoi en nombre de la p?.tria al premiar
vue tros progresos, que recompensan los"sacrificios que ésta hace por claros educacion que r.segure
vuestro futuro bienestar; vuestros profesores regocijanse tambien al ver que no han siclo infruc–
tuosos sus desvelos; vuestros padres os miran cc.n orgullo i se aumenta el c::riño que os profesan,
i
nosotros todos al mirar con complacencia el bello plantel de honradez i laboriosidad que nos pre–
sentais en vuestro conjunto, i considerar que hasta en el pueblo mas humilde de la República tiene
lugar hoi, en este mismo momento, igunl espectáculo hala.güefío i conmovedor, no podemos ménos
de esclamar con entusiasmo:---¡cl porvenir de la pntria esta asegurado,---rorpue el pueblo donde Ja
luz ele
In.
ilustracion almnbra a todas las clases que lo componen, no puede ser jamas anarquizado
ni
lespotizado!
T::mto se ha escrito i hablado sobre las grandes ventajas que reporta
la
sociedad de la düusion de
la Instruccion Primaria, que nada nuevo puede decirse !:obre esta materia; así es que, al entrar a
hacer algunas refiecciones que os estimulen a perse>erar en el estudio, corro el peligro ele repctirns
lo que quizf,s habreis leido en alguna de las muchas obras consagradas a este objeto. Mas, como la
verdad nuncn puede ser importuua por su repeticion, i mucho mas cuando de la comiccion que ella.
produzca dependen los buenos resultados que todos nnheln.mos, esto me alienta a entrar en
la
senda
tau brillantemente recorrida por tantos eruditos i elocuentes esclitores.
Los gobiernes qne se imponen a los pueblos por la fuerza o por el engaiío, i que para subsistir,
}Jara
con~el·var
sus inicuos privilejios necesitan hombres que cJ:>edezc::m ciegameute, temen la ins-
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