ELEMENTOS
F!g.
negros
quanta mayor es la privacion total
que padecen en~
tonces de los rayos que los rodean
y
reflecten una
luz
vi–
vísima. Sin embargo , como el Sol vá subiendo poco
.á
poco , sus rayos ván siendo cada día menos oblicuos,
y
por
eso las manchas poco
á
poco son mas ilum!nadas,
y
la som–
bra es tanto menor quanto mas elevado está el
Sol
sobre el
orizonte; por manera que quando
el
Sol llega á estar vertí–
<:.al
ó
perpendicular ,
se
desvanece
la
sombra,
y
aquellas
mis–
mas
partes se parecen
á
las demás manchas luminosas.
Esta
es quizá la única razon que causa la dificultad tan grande
de observarlas en el disco de
la-
Luna ;
e~
este último casQ
se
confunden con las puntas
ó
cumbres de los montes,
una
vez que reflecten del mismo modo los rayos del Sol , no ca–
biendo duda en que su sombra es la única causa que podíá
hacérnoslas observar. Sin embargo, parece que se
han
de
dejar ver en la Luna llena, por estar entonces mucho mas
iluminadas que lodo lo demás ;
y
con efecto , estos mismos
valles tan profundos reflecten mucho mayor número de ra–
yos que las puptas
ó
cumbres de los _montesº ~eda, pues,
demostrado que en la Luna hay montes
y
valles. Vamos
á
especificar cierta partictilaridad en este asunto.
9
o
3
En la superfide de la
Luna
hay
montes much~)
mas altos que los mayores que conocemos en la Tierra. Los
Geórnetr.asó
los Astrónomos han llegado á medirlos por
el
métqdo siguiente, Sea
EG
D
et
emisferio iluminado de
la
1
4
~
•
Luna ;
ECD
,
el
diámet.rodel círculo que separa la luz de
la sombra;
A,_
la _ c1ambre
de un
monte
que se habrá
obser–
vacd