ELEMENTOS
Fig.
de
llegar hasta
I 2
.º
En este
caso
es preciso
que
el
Satélí–
te llegue desde
B
á
G
,
y
ande
I 2
°
de su órbita , para que
se le vea en conjundon sobre
la
linea
TIG
,
bien que su
verdadera conjuncion se haya verificado
en
el punto
B.
Di–
chos
1 2
°
componen
1 h 2
5
1
de tiempo
para
el primer
Sa-
él .
h
I
h
I
h
I
l
d
,
t
ne,
2
5
o ,
5
4
4 ,
I
3
2
4
para os
emas
respec-
tivamente. Est~ es la desigualdad que se notá
en
las revolu·
dones de los Satélites, observadas desde
la
Tierra.
9
1 1
Hay otras desigualdades que se verifican
res-
pecto de
la
linea de los centros
SIB
,
y
se
notan
en
el
re-–
- greso de los Satélites
á
sus conjunciones ,
y
en
los interva-
. los de los eclipses. Hemos supue~to (
9
o
4 )
en
la inves–
tigacion de los períodos ,
que
se toma
un
intervalo de tiem–
po bastante
largo
para que las desigualdades desaparezcan
y
se compensen; sí en
la
indagacion de las revoluciones
ó
_movimientos medios solo se considerára una revolucion
del
Satélite, el resultado padecería la desigualdad del movimien.–
to de Júpiter
y
la deL movimiento del Satélite. Pero
si
com–
paramos observaciones distantes un período entero de Júpi–
ter,
ó
muchos, esto
es
I
2 , 2
4
&c.
años, todo estará com–
pensado,
y
sacaremos puntualmente el movimiento medio del
Satélite en su órbita, esto es, prescindiendo de la desigualdad
de sus regresos. Se consigue determinar despues estas des–
igualdades, comparando unos con otros los intervalos de di–
ferentes
eclipses,
cuyos intervalos siempre deberian
ser
igua–
les, si
el
movímíento medio no padeciera notables alteraciones•
.9
I
2
La
mayor desigualdad
~n
los regresos de las
~on"