DE ASTRONOMÍA.
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orbitas de Mercurio
y
Venus (
2
r 4
'y
2 1
5 ) no ·abtazan la Fig.
:tierra,.
y
por lo mismo no son c6nc:avas ácia
fa
tierra. Luego
Ías fuerzas (
2
I
8 )
que los mantienen en sus orbira·s
no
s-e dirigen ácia la tierra. · Por lo que mira
á
Marte ,, Júpiter,
y
Satutno, se observan , ·conforme declararemos mas ade–
fante , yá retrdgrados , yá directos , yá estacionarios ·, res-–
·recto de la tierra ;
el
tiempo en que estos movimientos
se
hacen siempre ~orre uniformemente ,
y
por lo mismo·
las
~reas trazadas por
un
radio qualquiera tirado desde uno de
dichos planétas ·
á
la tierra no sori f>'ropordonal es
á
los tierrJ..
pos en que ·son trazadas~ Luego por lo probado (
2 2
o
. )
la
fuerza que mueye , los planetas no se dirige á la tierra.
·
- Pero hemos visto que las orbitas de .Mercurio
y
Venus
:tbrazan el sol,
jr
lo mismo consta (
2
r
6
y
2
i
7 )
de Mar–
te, Júpiter,
y
Saturno,
y
todo~ estos planetas comparados
con
el
sol sjempre
ván
camfr1ando ácia adelante; _luego
qCc.
', -
2 2 1
·
D.e todo lo dicho l1asta .aquí resulta que -la ·tier–
ra
está
entre
la ~orbita
de Vehüs
~
y
la
ele
Marte,
y
que por
lo -
mismo ha.' de tener ·una
orbita
paredda
á
las de
dichos
planetas ,
y
dar vueltas Como ellos al rededor del sol. Tie–
ne
esta · consecmmcia apoyo etí el tiempo mismo que gasta
la
tierra
en
concluir
su·
revoludon , que tiene
un
medio en–
tre el que gasta Venus, y
el
que Marte necesita. Ven
Lis
tar–
'da como unos ocho, meses , la Tierrá un año,
y
Marte dos
e11
andar
su
orbita.
2 2 2
Si se com~aran ahora los tiempos
que
todos los
planetas
gastan en
sus ' re-voluciones, con sus distancias -me-
G
+
dias