Discurso
I.
"instruidos despues por los Asirios ,
y
por los
"Arabes. ' adoptaron
a
SU
veneracion
a
Venus
" Urania,
6
Celestial, que los primeros nombran
"Mylita, los segundos Alita,
y
los Persas Mi-–
" th
ra (
1 ) '' •
47
Tres errores se pueden notar en este
pasage de Herodoto. Uno es creer, que los Per–
sas adoraban
a
Jupiter; bien que en esto es
disculpable. El nombre 8e Jupiter no es del
A'Utor original, sino del traductor latino, que
lo puso en vez de Zeus del original Griego. Siem–
pre los Latinos vierten este
no~re
Zeus, queen
ldioma griego puede significar la vida,
6
el Au–
tor que la comunica con todo su ser al Uni ver–
so , en JUpiter, que segun Ciceron significa pa·
dre adyu
vante,
6
auxlliador (2);
y
generalmen–
te foe conocida la Divinidad Suprema entre los
Griegos por
el
nombre de Zeus, como entre los
Latino·s por el de Jupiter. El segundo error de
He-
( r)
Herodotus lib.
r.
n.
2).
-
(2)
Sed ipse Jupiter , id est ,
juvans pater,
quern conversis
casibus appellamus adjuvando Jovem,
a
poetis
pater divumque
hominumque
dicitur: a majoribus autem nostris
optimus maxi–
mur;
&
quidem ante optimus, id est, beneficentissimus, quam
maximus, quia majus est, certeque gratius, prodesse omni–
bus, quam opes magnas habere.
Cicer. de Natura Deor. /ib.'l.
cap.
25.