Discurso I.
"de quien Ios mas que llamamos Dioses, solo
"son sus atributos ,
y
virtudes , como partes
"de un mismo ser (
1)" .
En la misma carta
parece burlarse de los Christianos, que daban
culto
a
SUS
Martires ' admirandose sean dig–
nos de adoracion unos hombres
sujetos
a
la
mortalidad , como lo testificaban sus sepulcros,
y
que esta se negase
a
JUpiter, Juno, Miner–
va,
y
otras Di vinidades inmortales. Ruega al
Santo le diga , quien sea este Dias , que los
Christia.nos pretenden ser solo suyo ,
y
que la
respuesta sea clara ,
y
sencilla ., sin fausto, ni
eloqiiencia, sin dialectica , ni argumentos, que
todo lo hacen igualmente probable. Esta car–
ta parece escrita en ayre burlesco ,
y
da mo–
ti
VO
al Santo Doctor
a
decide:
i
Tratamos a/..
guna
cosa
seria
,
6 de juguetes
(
'2)?
Responde
no obstante convenientemente, haciendole en–
tre otras cosas entender el absurdo de conce–
bir partes en un ser simplidsimo como el di-
vi-
(I)
Hujus vere virtutes per mundanum opus diffusas multis
vocabulis invocamus , quoniam nomen ejus cuncti proprium
ignoramus. Nam Deus omnibus religionibus commune nomen
est. Ita fit,
ut
dum ejus quasi membra carptim variis sup–
plicationibus prosequirnur, totum colere profecto videamur.
(2)
Serium ne aliquid inter nos agimus , aut jocari libet
l
B. Augustin. loco citato.