De la Teologfa de los Griegos,
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parece que jamas descansa su entendimiento en
una particular determ.inacion :
y
en todas sus
explicaciones , aunque parecen .en algun rnqdo
girar al acierto , siempre se encuentra algo,
no solo dudoso, sino tambien de reprehensible.
Tal es la de Speussipo, que constituye la divina
Naturaleza en una Virtud ,.
y
fuerza., que todQ
lo
gobierna ,
y
modera , lo que sin mayor exj'
plicacion dice a quanto se quiera discµrrir.
L~
de Xenophanes , en una inteligencia , en un to·
do infinito ; mas sin constituir su esencia en
una determinada substancia independente de
I~
materia.
§.
IV.
.
17
Contentaremonos, pues , refiriendo su..
mariamente Io que han pensado de la.Divinidad
los Gefes de las mas famosas escuelas de la
Grecia : la Italica , que reconoci6 por Gefe
a
Pitagoras , Academica cuya cabeza es Platon,
Peripatetica, que reconocio a Aristoteles, Es–
toyca de quien es Principe Cenon ,
y
Epicu- .
ria , que- tiene· el nornbre de su fundador.
18
Pitagoras, pues, Principe de la
ltalica,
s.ecta que florecio mas de quinientos afios antes
de la Era Christiana, afirma que Dios es un
ani·
mo esparcido por
toda,
la naturaleza, donde to..
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dos