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Discurso II.
·
rr
Senor, yo compruebo en ml mismo que ten–
" go dos almas: esta es una Filosofia que el amor,
,, este gran maestro me ensena. Si yo tuviera
una
,, sola alma
z.
podria esta
a
un mismo tiempo ser
,, buena, y ser mala? z.Podria querer·,
y
no que..
,, rer amar el bien ,
Y.
el rnal? Es indisputa–
" ble , pues , que yo tengo dos almas ;
y
que
,, quando la buena es la
t~1as
fuerte, yo quiero lo
,, bueno'
y
al contrario soy arrastrado
a
lo malo
,, quando la mala alma es victoriosa (
1) ''.
De
tales absurdos como estos es capaz el hombre
despues de obscurecida
la
luz de la razon con
un
falso dogma , mas,
y
mas precipitfodose
en tenebrosas ideas, quanto mas preiende acla–
rarse.
§.
VII.
83
No debemos
omitir que ·Thomas
Hy–
de , Historiador Ingles , en una particular his..
toria que escribio sobre la religion de fos an–
tiguos Persas, trabaja por ·hacerles observadores
solo de aquellos sentimientos que inspira la na–
turaleza en quanto · al divino culto , sin mez–
cla
.de idolatria. Este . Autor , dice
Mr.
Pri–
deaux, era muy habil en las lenguas orienta-
les,
(1)
Xenoph<m Cyropcedia lib.
6.