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Discurso IV.
que el hombre, segun su varia complexion
na..
tural,
se forma en su imaginacion: variedad, di..
go.,
de·
aspectos,
ya risueños ,
y
placenteros,
ya
tristes '
y
luctuosos · ' ya
terribles '
·:y
formida... .
bles,
que
imprimen
en el que
los observa aque~
llos
afectos_de tristeza, temor ,
y
horror , que
son propios
á
causar. En verdad, . todas estas
apariencias son aereas.,
ó
nada
mas
son que
accidentales
dimanaciones de nuestra corporal
constitucion ,
y
con1plicacion de. órganos·, con
que
el Sumo
Hacedor-quiso que subs!stiéramos:
artificio , que recibiendov_.
1
de exteriores causas
·algunas descompn&i~iones , ·
produce/
aquellas
imágines, que nos inquietan,
.y
perturban~
--Pero;
·ó
no conocemos
la causa ,
ó
quándo-
:en
gene~
ral la conozcamos ,
no ·
dexan: ·las·
:impresio.nes
·que recibimos de suscitar
en
1 nósotr.os:va.rieda<;l
·de
ideas · , tributando
á
_espíritus ·
qne nos ro–
dean , los efectos
que
de nosotros mismos
di-
manan ,
siend.o fáciles en decidir ., que 'los
as7
-pectos buenos vienen de buenos e~pí.r.itus ·,
y
los malos de espíritus
perversos. Los
mas pron–
tos
á
discurrir ,
y
·mas curiosos en la investi–
gacion
de las causas ,
_son
los que fat _igada
su
-imagi·nacion
en -
discursos , -
estan
mas prontos
. á
padecer estos fantasmas ,
-y
ellos mismos son
--
, quie-