Angeles
,
y
De1nonios.
3
53
sideraúdo · pida este
gobiernó
laborioso afan en
el Criador
de todo~ Tambien
reconocen
Custo–
dios , no
_solo
de
cada
hombre ,
sino aun
dé
Reynos ,
y
Provincias ; mas esto
no
por
ahor–
rar trabajo
en el Autor Supremo , sino como
tninistros de
particular
direccion ,
y
en
f
uerzá
de
unos
testimonios
dé
innegable fe ·, que
no
tuvietort presentes
los Gentiles ,
gobernados
solo por
una
lumbre
natural pervertida despue~
con extrañas imaginacior1es.
§.
IV.
86 : De
otra
causa harémos
todavía
memo–
ria,
que no fué la que menos influxo tuvo en
la
imaginacion
de los
Gentiles para entablar
la
existencia de buenos,
y
malos espíritus. Es pro–
;pio
de la
condicion
huma,na verse combatida
de internos sustos ,
y
temores :
¿y
cómo
no
e~.:.
tará expuesto
á
estas perturbaciones un espí~
-ritu,
,que
sabe
reflexionar
sobre
sí
nlismo,
y
so~
-bre su propia existencia; mas
sin saber (
qt:Jan.;.
-do
por
solo
naturales
luces
se conduce) de
dón-
de vino ,
y
adónde va ,
qué causa
le
hizo
exis–
tir,
y
qué fin le espera despues
de
su determi-
·nada
existencia
?
Concurre para aumentar sus
sobresaltos
variedad
de
Jan tásticas imágenes,
Tom.II.
Z
que