Discurso IV.
que los Gentiles tomáran conocimiento de nues-.
tras Escrituras para sus alusivas conformida–
des , no solo en asunto de los Angeles , sino en
otros varios pensamientos. ,
y
prácticas. En el -
ínterin , pór lo que toca
á
los Angeles buenos,
y
malos , mejor
me
persuadiera ,
que
toda su
doctrina
la
sacaron
de
la razon natural ,
y
del
fondo
de su
propia imaginacion. ciaro
es., que
. á
ningun racional puede ocultarse la existen–
cia de una primera causa inteligente, á quien
llaritamos Dios. Hemos
ya
visto
quan
bien mu~
chos han pensado acerca de la .naturaleza d~
esta primera causa. Las naturales luces con
que
el Sumo Criador les adornó como
á
nosotros,
no siempre salieron pervertidas en sus_ indaga~
ciones. No es
el Altísim·o Dios solamente de
un
pueblo
-J
·ó
de una nacion ; es Dios de quan–
to subsiste por su Verbo ,
ó
palabra ;
y
ex..,
tiende su amor ·sobre
todas
sus ~obras , ·nada
aborreciendo de quanto hizo: todos los· .hom–
bres, sin distindon de Hebreo ,
ó
Griego ·, de
Chri_stiano ,
-ó
Gentil, son obra
suya (
1 ).
( 1 )
An
J
ud~orum Deus tantum
~
Nonne
&
Gentiuml Immo
_&
Gentium.
Quoniam
quidem unus es Deus qui justificat cir–
cumcisionem ex
fide,
&
prreputium per
fidem.
dd Roman. cap.
I
3•
'V.
29.
j.11.