Angeles ,Y Demonios.
349
§.
I
I.
8 3
Quando el
hombre
reflexiona sobre:
el orbe de la tierra- ,
y
maravillas que en
él.
resplandecen,
y
lo compara , segun conocidas
demostraciones ,
á
una pequeñísima arena,
ó
á
un · punto indivisible respecto del espectáculo _
del Universo en toda
la -amplitud ,
y
espacio _
que
en confuso se representa
á
nuestra inspec–
cion : quando sobre lo visible que ~e demues–
tra
á
nuestros ojos , levanta su consideracion
á
imaginar lo que el ·celeste velo
nos
oculta ,
y
que no menos contempla existente que lo que
se ve : quando ensancha su imaginacion
á
pen–
sar en. los prodigios , que en tan inmensos es–
pacios pueden subsistir ; llega
á
un grado de
admiracion, en que apenas se reconoce
á
sí mis–
mo , todo absorto en la contemplacion de su
Autor ,
y
Criador. Entre los pasmos de admi–
racion sobre la divina
excelsitud, fué facil ;
co–
mo natural
tambien ,
entender, que
no
era con–
veniente
á
una suma
bondad, que consideraban
corno propia ,
é
inseparable de la suprema in- .
teligenda ,
estar
solitaria por tiempos eter–
nos ,
y
que era conveniente tener espíritus que
participasen de su felicidad. Consideraban al
Se-