Angeles
,Y Dé1nonios.
2
97
caer del cielo
á
semejanza de ún rayo
(
1 ).
El
mis–
mo Salvador,
poco
antes de su
Pasion , avi só
á
S.
Pedro de
las
astucias
de-
Satanas
para
ha-–
cerlos
naufragar
en la fe (
2 ).
En efecto ,
que
Satanas
sea un
espíritu ,
enemigo
irreconcilia–
ble
de los
hombres,
su acusador, cuyas ideas
se
dirijan
á
hace~le
quanto
.mal pueda,
se_
co–
lige
bien de
la historia de Job ,
y
de la vision
del Profeta
Zacarías ,
en
que
manifie.sta bien es–
te empleo (3).
Entre nosotros los Christianos,
decía S.
Justino Martir
en
su
Apología,
ó
De–
fensa
de
la
Christiana
Religion , el
Príncipe de
los demonios
malos
se llaina Serpiente , Sata–
nas ,
y
Diablo , corno podeis entender de
nues...
tros escritos,
si
quereis recono-cerlos; quien
jun...
tamente
con
toda su miliéia,
y
lms hornbres
que
le sigan , está destinado
á
arder en eternas 11a–
mas , segun lo pronunció Jesu-Christo (4 ).
(1)
Luctecap.
10.
v.
18.
(
2)
Luc.tecap.
2
i.
v.
32.
t· ,
:
' .
¿Quién
(3)
Jobi cap.
1.
&
2.
Et
ostendit
mihi
Domínus
Jesum
Sa-
1
cerdotem magnum , stantem coram angelo Domini ,
&
Sa-,
tan
stab.ata
dextris
ejus
ut ad_v~rsaretur ei.
Zacharite cap.
3.
'V.
I.
(4)
Apud
nos
Archidux , & Prínceps
malorum
Dremonum,
Serpens vocatur ,
&
Satanas ,
&
Diabolus ; sicuti ex scdp tis
,tiostris , si in9.uiratis , cognoscere potestis : quem una
cum
mi-