Teología .Fi!ósofo-Géntílica.
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én su respeél:1vo oficio? Mas todavía ·:· ¿cómo e-n–
tantos siglos no les vino en pensamiento de·.
variar de marcha , de tono· ,
y
de
mudanzas?:
¿
Son
por ventura estos ánimos reputados.
dig-.~
nos de
adoracion
divina. , de
tan corto alcance,.~
que se vean qbligados
á
perpetuarse en· un mé-J ,
todo , sin
poder
variar
de
tono?
3 3
Sin
duda
que por 'la escala
de
e.stosj
razonamientos pudieron nuestros Filósofos 'su-)
bir
á
un Ser.
eminente, .que preside
á
los
áni-\
n:ios como
á
toda la naturaleza , segun
cuyas:
leyes
vive
ordenada,
y
regulada. Pudieran
in--.:
ferir la infinita sabiduría ,
y
poder
de · este
Supremo
Autor, con
los
mas
atributos
que
le:·
hacen
admirable.
Pudieron consiguientemen~
te
inferir ,
que toda
la animacion
de
.los
a~tros.·
era un problema no menos vano que
ridículo,
y
que todo su
concierto no tenia otra causa,
que el obedecimiento de las leyes impuestas:
en sus .movimientos por
el ·
Soberano Autor:·
obedecimiento
á
que están sujetos no
menos
los animados seres , que
los cuerpos
inanima- ,
d~s , quales son los
astros.
La averiguacion:
1 ·
de
estas
leyes , ya
por impulsion ,
ya
por:
atraccion ,
y
repulsion ,
ya
por otro oculto;
n1otivo seria
·obje~_p
digno
_de
sq. curio_~idad,
,.. _,
K
4
co-