Table of Contents Table of Contents
Previous Page  757 / 840 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 757 / 840 Next Page
Page Background

-

423

expidió una proclama invitando á sus compatriotas á perma–

necer fieles á los principios republicanos comprometidos por

la desquiciada marcha del gobierno de Rivera, é incitándo–

los á que le negasen acatamiento y obediencia.

En esta tercera tentativa fracasó tambien la reaccion, pues

el General Lavalleja fu é derrotado en la costa del Río Ne–

gro, por las fuerzas gubernistas al mando d el General Medi–

na, á los 4 días apenas de haber pisado el territorio oriental

Deshechas las tropas invasoras, quedó entre los prisione–

ros tomados en aquella accion el ex-Gobernador argentino

Aguirre, que fué pasado por las armas, retirándose el Gene–

ral Lavalleja con algunos g rupos de su gente á las fronteras

del Brasil, donde se mantuvo hasta la espiracion del período

constitucional del General Rivera (24 de Octubre de 1834)

y entró á sucederle en la presidencia el General D. Manuel

Oribe.

El país que acababa de salir de una guerra que lo habia

dejado postrado, hubiera t enido necesidad de ver al frente de

sus destinos una personali<lad mas capaz que el General Rive–

ra, para organizarse en forma y ser impulsado por las mas

ámplias vias á su progreso y desarrollo.

No era que faltasen ciudadanos competentes y preparados

para ocupar la primer magistratura lo que determinó la eleva–

cion del General Rivera, sinó mas bien que se creyó conveniente

nombrar á un militar, en el t emor de que sobreviniesen luego

complicaciones que hiciesen peligrar de nuevo la indepen–

dencia recien conquistada.

Entre los dos candidatos que se presentaron, Lavalleja y

Rivera, el primero t enia todas las probabilidades á su favor,

habia sido el iniciador y el jefe de la cruzada revolucionaria,

hab ía agrupado todo el elemento nacional á su alrededor y

contaba con el prestigio y popularidad de su causa y de sus

actos.

El otro candidato, sin el concurso de opinion que favorecía

á Lavalleja, ya hemos dicho antes que desplegó todos los

recursos y todos los medios para obtener el triunfo, empleando

alternativamente desde la fuerza hasta la corrupcion y la

intimidacion, para satisfacer el logro de sus aspiraciones.

La administracion del pais que hizo su primer Presidente

dejó muy mucho que desear, dadas las deficientes aptitudes

y escasa prepa_racion del caudillo electo para su desempeño.