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ron ocasion á la fundacion de nuestros principales partidos

y

una revista rápida sobre los acontecimientos culminantes pro–

ducidos desde nuestra emancipacion.

Ojalá tuviera cuando menos la relacion que sigue, la virtud

de mostrar saludables enseñanzas y contribuir en algo para

apartarnos de los errores funestos del pasado, y para abrir

nuevos horizontes y señalar mas fecundos ideales á la activi–

dad

y

á los esfuerzos del patriotismo oriental.

A

medida que el espíritu se penetra de la infecundidad de

nuestras cruentas luchas civiles,

cuando

investigando

con

frialdad en el campo de la verdad histórica se comprende la

cantidad de fuerzas perdidas que se han malgastado, no se

puede por menos que deplorar los inmensos sacrificios con–

sumados que, aplicados á mas útiles fines, debieron haber

propendido á la adquisicion de conquistas morales ó materia–

les, de profícuo resultado para el progreso del pais, detenido

mas que por otra causa, por la falta de elevados principios

políticos, sirviendo de objetivo á nuestros partidos tradicio–

nales.

Creemos, pues, que exhibir las faltas enormes que anterior–

mente se cometieron, equivale á dar el primer paso en el sen–

tido de repudiar la existencia de banderías personales, para

sustituirlas en las luchas tranquilas de la discusion

y

los co–

micios, por colectividades que estén en armonía con los progre–

son de la democracia y la civilizacion.

Bien comprendemos las dificultades que hoy se oponen á

romper con la funesta

tradicion partidista, pero si no que–

remos permanecer estacionarios y echar en olvido sin fruto

las duras

lecciones de una esperiencia dolorosa, forzoso se

hace trazar distintos rumbos á las aspiraciones populares y

encaminar á mas altos

fines

los

anhelos de

la nacion

oriental.

¡Ojalá que á

tan sano propósito, en algo pueda contribuir

nuestra modesta obra!

Trascurría el mes de Febrero de 1825. En el territorio

de la provincia Oriental llamada Cisplatina desde su ocu–

pacion por los

portugueses, corrian rumores persistentes

acerca de la existencia de trabajos revolucionarios, iniciados

por algunos ciudadanos patriotas que se hallaban emigrados

en Buenos Aires, los cuales intentaban

un

esfuerzo supre.-