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espresa tanto del Sr. Agente Confidencial como del Gobierno Mediador:–

creen por consiguiente los comisionados que estr rian en su derecho, resistiendo

toda articulacion ó demora sobre el cumplimiento de lo estipulado:-Aban–

donando sin embargo ese derecho que podrían SO$tener; dando nuevo testi–

monio del vivo deseo con que la Revolucion que representan procura la paz

del país; y queriendo en _cuanto les sea posible, apartar del campo de la dis–

cusion toda dificultad que pudiera frustrar ó retardar la negociacion iniciada,

-los comisionados declaran

que no repelen las tres solucz"ones que el Sr.

Agente propone respecto de los puntos á que se refieren

que creen la

paz posible con ellos.

• En vista de esta declaracion de los Sres. Comisionados, se acordó que se

protocolizase todo lo declarado, quedando convenido que se '.procedería, aun

habilitando los dias festivos, á las conferencias necesarias para llegar á un

acuerdo sobre los términos del armisticio.

• Con lo cual se dió por terminaGo

acto y se mandó labrar el presente

protocolo que se firmará en tres ejemplares, uno para cada parte.

Cár los T e.fedor -Andrés Lamas

Cándülo

Seil.or

Agente Confidencial :

Joanic6-José Vazquez Sagastitme - Es–

tanislao Camino-Juan Pedro Salvañach.

• Montevideo, Diciembre 29 de 1871.

En nota de 16 del corriente dí á V d. las ba;es generales sobre el ar–

misticio que debía establecerse si llegaba el momento de ser V d . invitado para

arreglar sus condiciones con el R epresen tante Argentino, como estaba conve–

nido en Ja nota de 24 de Noviembre en que aceptamos la mediacion de ese

Gobierno.

E sto prueba que, muy lejos de rehusarse S. E. el señor Presidente

cumplir con esa obligacion, estaba tan dispuesto á ejecutarla fielmente, que

se anticipaba á dar

Vd. esas instrucciones con el objeto declarado en ellas

de ganar tiempo

allanar dificultades.

Por consiguiente, si el proyecto de armisticio presentado por el Ministro

mediador que Vd. remitió con su confidencial de 23 del corriente, ha sido

resistido por el Gobierno, es porque lo ha considerado inaplicable en una

parte, inejecutable en otra é in conveniente en algunas de ellas para los inte·

reses que representa y tiene el deber de sostener.

Yo dije á Vd. en mi confidencial del 16, que la suspension de hostilida–

des, en la

situaci~n

actual de los dos ejércitos y en Ja de toda Ja revolucion,

tenia fuertes y sérias resistencias, no solo en los ejércitos del Gobierno alta·

mente posesionados de la seguridad del triunfo de la causa que sostenían, sino

en la opinion unánime de todos sus partidarios igualmente persuadidos de que