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poblado, entre
tropas
irregulares y en una guerra de la naturaleza de la que
hoy atormenta
al
E tado Oriental; pue to que e as dificultade
pueden
llegar
á producir el malogro de esta y de toda otra tentativa de pacificacion
si
e dá
tiempo
ú
oca ion á algun hecho que encienda bien lejos de calmar las pa iones
que dilaceran á aquel país, y que su ti tuya la di cu ion serena de las condiciones
de la paz por las recriminaciones reciprocas y las reclamaciones que tal hecho
originaria,
• Y convencido, como lo está el Gobierno de su pais, que el armisticio que
no asentara en un acuerdo esplícito sobre las bases esenciales y prácticas de
la paz, prolongaria, desde luego, y mas de lo que puede prolongarse la
itua–
cion actual y nos espondria á que se agrandasen en estension y en clurncion
las calamidades que hoy pesan sobre aquel pais, ha resuelto que antes ele en–
trarse
á
la negociacion preliminar del
armisticio, se aborden,
al menos por
su parte, de la manera mas clara y mas directa las cuestiones mas esenciales
y decisivas que puedan ofrecerse en las negociaciones definitivas.
• Manifestaré, aquí, cuales son las soluciones que el Gobierno dá á
la~
enes·
tiones á que me refiero.
>
Esas soluciones van de acuerdo con la nota de 24 de Noviembie, estan
contenidas, literalmente, en esa misma nota que el jefe de la
revolucion y los
Sres. Comisionados conocieron
in extenso
al dar su aceptacion á la Mediacion
Argentina en los términos en dicha nota establecidos.
• Esto me hace esperar que puesto que en esas soluciones no h ay nada de
nuevo, ellas no ofrecerán dificultad alguna
al
progreso y al buen resultado de
la negociacion final.
• Si ec esto no estoy en error, si corno espero
y
deseo, los seifores comi–
sionados creen posible la paz con esas soluciones, me pondré inmediatamente
á
las
órdenes del Representante del Gobierno Argentino para
tratar del
armisticio con arreglo á
las instrucciones que he recibido; porque, en ese
caso, tendríamos ya aseguradas las condiciones esenciales de la paz, y podria
confiarse en que nadie tendria, ni podria tener
la impiedad de sacrificar ese
bien supremo á cuestiones 6 intereses necesariamente muy secundarios y hasta
mezquinos.
>
Pero si, por el contrario, los selíores Comisionados la
repelen, entonces
el armisticio es una inutilidad peligrosa é injustificada de que ya no tendria
mos para qué ocupamos.
• Las soluciones que presento en nombre del Gobierno, ;tienen por
fin
establecer, desde ahora, la inteligencia práctica de la nota de 24 de Noviem–
bre; los principios que determinan esas soluciones regirán las que se dén
á
las otras que vengan
á
discusion.
• Esas solucioaes son las siguientes:
<
r•
o se hará concesion ni acuerdo alguno que se refiera a la composi-
cion del Gobierno.
• En consecuencia, la idea de un ministerio mixto 6 de un ministerio pac–
tado aunque no fuese mixto, no podrá entrar en discusion y queda desde
ahora repelida
in limine.