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R eservado.
" Buenos Aires, D iciembre 26 de ·187
I.
" Señor Ministro:
" Cumpliendo
:ei
acuerdo del gobierno de que V. E . se sirvió instruirme
por sus cartas del 23 del corriente, acabo de manifestar al Sr. Dr. D. Cados
T ejedor, Ministro mediador, la conveniencia de que las negociaciones se tras–
ladasen inmediatamente á
la
ciudad de Montevideo.
" H echa esta manifestacion y con el objeto de que la nota que debia diri ·
jirle no subleva e dificultad alguna por su redaccion, le consulté lo que aca–
baba de hacer, y de que adjun to copia.
" S. E . no me ocultó su estrañeza de que semejante pedido viniera á inter–
r"umpir la negociacion preliminar del armisticio, en que ya nos encontrabámos
y entrando en estensas consideraciones, concluyó por declararme:
" Que en el estado en que se hallaba el negociado no veia nada que regu•
larmente autorizase la mudanza del lugar que se requería;
" Que no le parecia que despues de aceptada oficialmente la mediacion ar–
gentina, esa mudanza pudiera ser exij ida por motivos de decoro, pues no seria
esta la primera negociacion de su género que se radicara en el !lugar mismo en
que h abia sido aceptada.
" Que apareciendo ostensiblemente que esa exigencia era producida por los
meetings y por la prensa de Montevideo, h ostil á la negociacion en la forma
que h oy tenia, el
Gobie~no
Argentino creeria comprometido su decoro si ce–
dia, por su parte, á una exigencia de tal origen .
" Y últimamente, que suspender la negociacion en los términos en que aquí
se encon traba para trasladarla al centro de las vociferaciones á que acababa de
referirse, era colocarla en condiciones que no solo lastimaban la dignidad del
mediador, sino que colocaría á los negociadores bajo u na presion á que no
convendria someterlos.
" Por todo lo cual sentia decir de que si le era presentada la nota de
que le daba conocimiento, y á cuya redaccion no tenia objeccion, la contesta·
ria con arreglo á las declaraciones que acababa de hacerme.
" H echos por mi parte todos los esfuerzos de que soy capaz para obtener
un resultado menos desfavorable á los deseos del Gobierno, el S r. T ejedor me
ofreció, sin que yo le indicase, el siguiente medio de conciliar la dignidad de
los dos Gobiernos.
" Se concluirá aqui la a egociacion preliminar del armisticio;-en seguida se
trataria de llegar á un acuerdo sobre las condiciones todas de la pacificacion;
y
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como era de esperar, puesto que las dificultades principales estaban ya
vencidas, se llegaba
a
un acuerdo, con todos los negociadores, firmar la paz
en Montevideo, en la casa del Gobierno Oriental.
" Si este medio conciliatorio nó es aceptado
y
las conferencias no pudie ·
ran continuar aquí tal como estabao constituidas, con ellas cesaria la Me·
diacion.