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conferencia
tenida en ese dia con V. E. le habia manifestado á V. E. las
muchas y poderosas razones que
le asistian para no entrar en negociacion
alguna con los hombres de armas de · la Revolucion, sin que préviamente
ellos hubiesen reconocido de una manera espresa y categórica la legalidad de
las autoridades actualmente constituidas. Que sin embargo de esto y deseando
ver restablecida lo mas antes la paz en el pais, y
la concordia en la familia
Oriental, se ha decidido
á
acceder á nombrar
los Comisarios que por parte
de su Gobierno deben tratar de los medios de obtener aquella pacificacion,
del modo que mas convenga á
los
intereses permanentes del pais,
satisfa_
ciendo á la vez las exigencias justas que aquellos hicieran.
>
>
Agrega el Sr. General Batlle, <que no obrada con la
lealtad que le ca–
racteriza y debe presidir á los arreglos de este especie, si él
oculta~e
á V. E.
que los Comisarios nombrados .no llevasen instrucciones espresas y categóricas
de no consentir en
la apertura de ninguna
negociacioa, sea sobre el punto
que fuese, que no
tenga por base el prévio
reconocimiento de que antes
ha dicho de la legitimidad de las autoridades actualmente constituidas; y todas
la prerrogativas que les sor: inherentes. Que se apresura á comunicar á V.
E.
esa resolucion, esperando tan solo el nombramiento de los Comisarios hecho
por los hombres de la revolucioa,
para ordenar á los nombrados por el Go–
bierno á que concurran el dia que se prefije el lugar de las conferencias, para
las que desde ya de: igna el pueblo de las Piedras.
>
Puestos en conocimiento del Consejo de Generales, 'limbos documentos,
me han pedido sus miembros manifieste á V. E. el mas profundo recoaocL
miento ea nombre del Ejército Nacional, y del pueblo oriental, por los nobles
esfuerzos que V. E. el Sr. Marqués
do Herbal, ha hecho para volver á este
pais la paz que tanto precisa.
>
A si mismo ha resuelto el Consejo de Generales, que no debiendo antici–
parse á discutir aingun punto que pueda obstar á la realizacioa de la paz que
toda la Nacioa reclama, se abstiene de entrar en consideraciones sobre la carta
del Sr. General Batlle, resolviendo que si el espresado Sr General, haciéndose
prácticos los deseos que manifiesta por la concor dia en la familia oriental, ha
nombrado por su parte la comision que por parte del Gobierno ha de nego–
ciar la paz, el ejército nombrará la
suya sin pérdida de momeeto, para con -
currir al pueblo de las Piedras el dia que se le designe.
Entre
tanto se con·
linuarán las operaciones de guerra.
>
Dejando contestada la apreciable carta de V. E. el Sr.
fa rqués do H e r–
bal, reitero á V. E. los agradecimientos que
tengo el honor de presentarle
tanto en nombre del pueblo Oriental como del ejército de mi mando y mios
por la hidalguia y
nobles esfuerzos con
que la
ilustre
persona de V. E.
ha consagrado
de manera tan honrosa para su nombre por la pacificacion de
nuestra amada
patria, cuyo
reconocimiento será eterno en
el
noble corazon
de todos los buenos Orientales. (r)
(1) Despucs de esta
carta,
el General Aparicio lanz6 la proclama que hemos copiado en el
rapitulo cBatalla de Manantiales•.