-
229'
Nuestros buenos deseos obtuvieron por única
contestacion, ver en los
diarios oficiales (del Gobierno del General Batlle), la siguiente declaracion:
1º
La proclama de dicho General de
25
de Mayo á su ejército, y
2°
la de que
el General Batlle no se ocuparía de la paz
hasta no dar una nueva batalla,
esto es, un nuevo derramamiento de
~angre.
" Quien sabe Excmo. Sr., si nuestros patrióticos esfuerzos no han sido (y
serán) por ellos interpretados por muestras de debilidad, de impotencia, al pe–
dir la paz como lo hemos hecho.
" El gran Ejército Nacional, domina hoy toda la República, nuestro entu·
siasmo es grande, santa es nuestra causa.
" En vista de lo dicho, de nuestros constantes esfuerzos por evitar la con–
tinuacion de la guerra que destruye y azota nuestra patria, no podrá V. E.
dudar de los sentimientos que nos animan. Queremos ver á nuestra patria
elevada á la altura que ella merece; (:ara el logro de nuc stro deseos es nece–
sario que ella sea una y verdadera de todos sus hijos, sin distincion de colore;
políticos ni de partidos; sobre este luctuoso pasado de luchas y de erro1es,
echaremos un densÓ velo, dejando á la historia ju!gue de parte ,de quién haya
estado el error y el crimen. Queremos que se dé al ciudadano lo que es suyo,
que no se le prive de sus derechos, que se respete y acate los mandatos de
nuestra carta fundamental-abrir una nueva éra de paz, progreso y fraternidad.
~·
Para llevar á cabo nuestras ideas, será necesario que el Sr. General Batlle
oiga la opinion general del pais que pide á gritos la paz.
'" Si
V.
E. creyese que estos apuntes pudieran servirle de algo, son
la
espresion genuina de Ja mayoria de
los jefes y ciudadanos que forman este
ejército.
Si nuestros hermanos de Montevideo quieren la paz, que ·se nom–
l;>re como paso prévio la Comision de ciudadanos
(designando
lugar y dia)
que deberá entenderse, con la que nosotros nombremos, las que competente"
mente autorizadas procederán á discutir y ajustar las bases que han de formar
el tratado de paz que pondrá fin á t>sta desastrosa guerra.
" Este es el único camino que á nuestro juicio puede
llevarnos al bien
deseado y entonces habremos andado medio camino.
" Si V. E. lo consiguiera, se convencerá entonces, que á pesar del nume·
roso ejército que tenemos á nuestras órdenes, prescindiremos de las ventajas
que nos dá la postrar.ion del enemigo.
" No seremos nosotros los que pondremos una traba á la manifiesta vo–
luntad del pueblo (de la soberanía) que pide la paz.
" Ya hemos manifestado á V. E . en estos
renglones
á
que se
reducen
nuestras aspiraciones, dejando cumplidos sus deseos.
" Si á algo se arribara, mucho debería nuestra patria
á
su~
bondadoso
5
esfuerzos.
" Contando con
la voluntad de estos tienen el honor de suscribirse de
V. E. siempre .suyos.
T imott:o
.A.parzi:io-Anacleto Medtna-Lesmes Bas_
tarrzi:a-.lnoct:ncz"o Benitt:.z-Angt:l Muniz.
"