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nacion organizaría su ejército para declararle la guerra, alia–

do

á

la R epública Oriental,

á

la República Argentina.

La contestacion del General Aparicio, fué ésta:

Que antes de

aceptar semejante proposicion, prefería que la Revolucion

y

hasta el país se hundieran en los nias negros abismos; que si

el General Batlle no quería la paz, él seguiría la guerra,

y

que

cuando no fuera posible otra cosa, p erecería abrazado

á

la

bandera del partido nacional

ó

emigraría nuevamente para el

estranjero.

Y esta proposicion continuó haciéndose hasta el final de la

guerra del 70 siendo siempre rechazada por los revolucionarios,

no obstante las amenazas de los diarios de Rio Grande que al

tenor de lo que decia el

Diario de Rio Grande

de fecha 5 de

Julio

y

el

Echo do Sul

que

transcribir emos á continuacion

eran los demás,

y

no ohstante la invasion del Coronel Río Gran–

dense D. Manuel Amaro Barbaza, que invadió nuestro territo–

rio en el mencionado mes de Julio, á favor del Gobierno de

Batlle, con un escuadran de 500 hombr es . Todas estas amena–

zas respondían á trabajos del General Osario, que se retiró dis–

gustado del campo revolucionario despu es de la contestacion

del General Aparicio, arribando pocos dias despues á la pro–

vincia de 'Rio Grande. Debemos manifestar tambien, que estas

intrigas pusieron en cuidado al Gobierno Argentino, el que des–

de entonces empezó á preocuparse mas sériamente de la revo–

lucion Oriental

y

vijilar sus movimi entos.

Veamos ahora lo que decian el

Diario do Rio Grande

y

el

Echo do Sul,

y

enseguida publicaremos todos los documentos

que hemos ofrecido:

LA

REPUBLICA ORIENTAL

" Un protectorado ó una anexion definitiva debe ser

propuesta al Estado

Oriental en las actuales circunstancias, como el único medio de salvacion que

le resta.

" Si

se aceptase

como es de esperar la auexion ó

aun el protectorado,

aquel pais entrará en nueva vida.

" Sus caudillos

siempre

sedientos de

sangre, avergonzados

y

confusos,

sufrirán en la oscuridad los remordimientos

y

sepultarán

éu el

olvido sus

negras

y

sangrieu tas hazañas.

" El Brasil, el ángel tutelar de

Sud-America,

debe

cuanto

antes dirigir

una mirada bienhechora h ácia aquel pa\s fratricida,

y

enriquecer con

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su

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bi'~n

esplendente Corona Im/erial.