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Desde entonces nada mas se ha sabido, esperándose de un
momento á ot ro al General Osorio, 6 cuando menos noti–
cias oficiales del éxito que haya t enido el espresado Gene–
ral en prosecucion de su generosa tentativa.
»
Nada tenemos que observar á lo que dejamos transcripto,
pues es la verdad exacta de los sucesos que r efie re, agregan–
do ahora nosotros que de la nueva conferencia que
tuvo
el General Oso rio con lo s
jefes de la r evolucion, surgió la
carta firmada por el General Aparicio que publicamos mas
adelante con los demas documentos relativos á estos trabajos
de paz, quedando sin eml argo completamente deshechos esos
trabajos desde este momento, porque no era decorosamer,te
posible, ni medianamente político, aceptar la exigencia del
General Batlle de reconocer préviamente á toda negociacion
de paz la legitimidad de su gobierno, pues podia muy bien
suceder, á mas de la parte indecorosa que importaria la acep–
tacion de semejante cláusula, que despues de reconocida y
acatada la autoridad del gobierno fracasase la negociacion por
cualquier circunstancia imprevi ta, ó porque no convinieran
las proposiciones de arr eglo que hiciera el gobierno . Tan es
así, que el mismo General Osario, declaró particularmente es–
tar conforme con esta opinion, agregando que el gobierno de
Batlle no queria hacer la paz, que si había aceptado sus ges–
tiones había sido mas bien, como él lo habia comprendido per–
fectamente, g uiado por un deber de urbanidad hácia su per–
sona
y
á los pedidos de los gobiernos Brasilero
y
Argentino,
que á verdaderos deseo de la fraternidad oriental.
En e ta conferencia fué preci amente cuando le propuso el
General Osario á Aparicio
y
á los jefe que lo rodeaban, lo
que, como ya hemos dicho,
<
i bien asegu raba el éxito inme–
diato
á
la revolucion, arrojaba tambien una mancha indeleble
al partido nacional.
»
Pero el General Aparicio
y
sus amigos
supieron contestar con altura
y
patriotismo á la propuesta que
e le hacia.
onsi tia é ta en lo
iguiente · los pr etestos ya se buscarian:
El Era il údervendria como el a11o 64, con sit ejército
y
su
cuadra
y
pondria e11
eg111ºda en pose ion del Poder
á
la Re–
volucion, debi 11do
é
fa, en recompe11sa, aliar e al Imperio,
cediéndole adem á
,
por trc ano
,
la parte de territorio Orien–
tal comprend1:do entre el Brasil
y
el Rio
'egro, donde aquella