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226 -

nota que

La Tribima

en su habitual candidez. supuso con la virtud de atemo -

rizarnos y disolvernos.

~

La Trt'bima

ya debia saber que los ciudadanos de cierto temple saben ser

ciudadanos. •

TRABAJOS DEL GENERAL OSORIO

Despues de las dos tenta

ti

vas de paz fracasadas de que acaba–

mos de dar cuenta y á mediados del mes de Junio de 1871, se

presentó en la escena el Teniente General brasilero, D. Ma–

nuel Luis Osorio, Marqués do Herbal, con el ramo de oliva

en una mano y el deseo de mayor destruccion en la otra. El

queria la paz ó mas guerra, pero fué tan desgraciado en una

como en la otra la primera fracasó por la obcecacion del General

Batlle, y la última fué rechazada por el patriota General Aparicio .

El General Osorio, personalidad simpática al Partido Na–

cíonal é íntimo amigo del General Aparicio, fué solicitado por

éste en el mes de Febrero, por conducto del Dr. D. Cárlos

Ambrosio Lerena, para que se empe.ñara con los Gobiernos

Argentino

y

Brasilero á fin de conseguir que mediasen con

sus buenos oficios para darle una solucion pacífica á la guerra

oriental. El General Osorio accedió á esta solicitud, escribien–

do á ambos gobiernos y concurriendo él personalmente á ha–

cer los trabajos de paz.

Respecto de este pedido, cuya intervencion pacífica solo se

llevó á cabo por la República Argentina, como ya lo hemos

visto en los capítulos anteriores y que dió lugar á la carta del

Dr. Tejedor al General Aparicio pidiéndole las bases del ar–

reglo, escusándose á mediar el Brasil, por las razones espues–

tas en la mencionada carta del Dr. Tejedor; respecto de este

pedido, decimos, y de la llegada del General Osorio á Monte·

video, véase lo que dicen los diarios de aquella época, fechados

uno el 20 Febrero

y

los otros el 3 de Marzo y el 13 de Junio.

lNTERVENCION DEL BRASIL

« Febrero

20

de 187r.

• Días pasados dimos la noticia Qe que el Dr. D. Ambrosio Lerena, que

hacia poco había vuelto al ejército de Aparicio, partió de Melo para el Bra–

sil, encargado de una mision cuyo carácter ignorábamos.