-
221 -
cion política del país, considera un deber de alto patriotismo
abdicar el
carácter de Presidente de la República para remover por su parte todo obs–
táculo y propender á una convocacion extraordinaria del país, á cuya soberanía
debe someterse su organizacion y ulteriores destinos .
• Que para ese único y esclusivo objeto, es indispensable el establecimien–
to de un Gobierno Provisorio, que aquiete todas las alarmas y haga efectivas
las
garantia~
á todos los orientales sin excepcion, y que para llegar á ese re–
sultado, exhorta á los jefes de las fuerzas que desconocen su autoridad, á sus–
pender las hostilidades en el concepto de que ordenará igual suspension á las
fuerzas que le obedecen, agregando á este manifiesto las formas mas augustas
y
hacerlo la espresion de las mas altas ideas.
DICTÁi'rIBN
DE
LA
CO~USION
e Costa de Maciel, Abril
2
3 de r87 r .
~
Excmo. señor :
• La Comision encargada de elevar á V. E. el proyecto de contestacion que
debe darse á las proposiciones de .arreglo dirigidas por D. Juan Quevedo, por
intermedio de D. Estaaislao Camino, se ha reunido ayer con
la asistencia de
varios ciudadanos que creyó deber llamar á su seno, para mejor espedirse en
materia tan delicada y trascendental.
• La Comision que, como todos los orientales de corazon y de aspiraciones
honradas, busca para
la patria una paz pronta pero duradera, desea tambien
no perder un tiempo precioso; así es que ella empieza por hacer notar á
V . E . que la intervencion del Sr. D . Juan Quevedo en este asunto no tiene
carácter oficial alguno, quedando limitada á los buenos
y
oficiosos deseos de
un particular, que por honorable que sea, no puede por esa razon ofrecernos
las garantias que buscamos.
• La Comision, consecuente pues con estas ideas, cree que, para que pue.
dan iniciarse trabajos de pacificacion sobre bases sólidas, es indispensable que
el Gobierno del General Batlle, como paso prévio, nombre una Comision del
número de ciudadanos y en la forma que juzgue conveniente, á la que auto·
rizará cual corresponde, para que trate con otra que de igual número y
modo elegirá la Revolucion.
• Sin esta formalidad, la Comision teme la pérdida de tiempo en ent'ender–
se con el Sr. Quevedo, pues á estar á su misma comunicaciou, solo promete
interponer sus buenos oficios á fin de que el General Batlle admita las bases
que él nos propone.
>
Si el Sr. General Batlle, como la Comision no duda, está verdaderamen–
te animado de los deseos que manifiesta el Sr. Quevedo, de poner término
á la guerra que nos devora, no debe trepidar en dar aquel paso, que
al
fin
solo importaria una contestacion á la iniciativa de paz que en 13 de Diciem–
bre del año próximo pasado hizo
la Revolucion por intermedio del señor