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« Buenos Aires, Junio 3 de 1871 (8de la noche).

>

Seíior General D. Timoteo Apan'cío.

«

Mi querido amigo:

«

Acabo de recibir por el último tren, las adjuntas cartas de los amigos

que, antes de la interrupcion de las comunicaciones fluviales, se encontraban

en el Litoral, para prestar en cuanto fuera posible, auxilio á nuestras fuerzas,

y realizar la operacion de que lo había instruido D. Francisco Cortina, en el

caso de haber tenido noticias de las operaciones de Vd. - Y, como la embar–

cacion que vá á

emb~rcar

el negocio, está próxima á este

pa~aj e,

creo mas

conveniente remitírselas á Vd. para que se sirva dar las autorizaciones direc–

tas, que se piden, si las juzga Vd. oportunas; pues yo creo, que, al presente.

nada debe hacerse, en ningun punto de la República, sin emanar de órdenes

directas de Vd. para que le sea dado dominar todas las operaciones; y que

los pueblos se organicen por propia voluntad, al amparo de la revolucion,

para que las rentas nacionales sean reconcentradas en el jefe de la revolucion

á fin de que haya la debida responsabilidad.

>

Ahora, si mi dictámen puede servir de algo en tan delicado asunto, creo

que lo que convendría seria hacer venir aquí, ya que directamente no podria

ir el Sr. D. Polonio Velez, que es relacion personal de todos esos patriotas,

y estimado en Paysandú, para que munido de sus instrucciones, pudiera di·

rigir esas openciones llevándolas hasta sus últimas consecuencias. No veo

otro medio de conciliar valiosos intereses. Si adopta Vd. ese temperamento,

convendria que Cortina viniera para reanudar otros trabajos.

Como la anarquía reina en las filas de nuestros enemigos, y que el medio

mas seguro de aniquilarlos es quitarl e recursos y hombres, creo conveniente

decirle, que, hace dias estoy esquivando el escuchar proposiciones del General

Rivas (indirectas hasta hoy) para tomar parte en los asuntos de nuestra pa–

tria. Pero eso solo seria posible, organizando las operaciones del Norte,

interviniendo personas de toda su confianza, como debo suponer, que lo es el

Sr. Velez.

>

Sírvase meditar sobre esto, y resolver lo que estime por conveniente·

Espero la devolucion de las cartas que le remito, para contestar con acierto·

>

Deseándole toda felicidad, me repito su sincero amigo.

Federico Ni·n R eyes.

»

>

Espero que el Sr. Velez y el Sr. Cortina vendraq aquí, á la mayor

brevedad, para que suban por el próximo vapor al Uruguay.-·

Vale .