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que pudiera penetrar ning uno de los varios bomb er os que habia
desprendido el en emigo .
En esta posicion ma ntuvié r onse los dos ej é rcitos todo el día,
guerrillándose en las ava nzadas y h aciéndose un fuerte tiroteo
de cañon . E sa t a rde se presentó en el campo r evoluciona rio la
vanguardia y la di vision d e la Colonia, e ntran do á fo rmar e n la
línea á bander as d esplegadas y t ocándose d ianas po r t odas p a r–
tes. Fué inmen so el júbilo q ue p rod ujo est a incorporacion en el
ejército, pues el r efue rzo d e la vang ua rdia e ra ::¡_iemp r e r ecibido
con entusiasmo en las filas n acionalistas.
Al anochecer , el Gen e r al Cas tro, que había comp rendido la
fumada que se le h abia h ech o y v isto la llegada d e las nuevas
fu erzas, movió s u líne a y empr endió ma r cha lentamente hasta
colocarse en posi cion es inesp ug nables, acampando en seguida.
El ej ér cito r evolucion a rio se movió tambien en el mismo sen_
tido, acampando igualmente cuando llegó á colocarse fr ente al
enemig o.
El dia 21 amanecie ron los ej é r citos e n las mismas condicio–
nes, y aunque t e ndie r on s us líneas n u evamente y hubo amag os
de ataque, g uerrillas y cañoneo, el ejército del Gobierno n o
se animó á at acar y el r evolucionario no podi a hacerlo p or la
posicion en que aqu el se en contraba.
Los dias 22 y 23 pasó ig ual cosa, corrie ndo las lineas única–
mente hácia d er e cha ó izquie r da para camb ia r campo é invi–
tarse mútuam ente al combat e.
El 24 ya camb ió d e aspect o la s ituacion . El Gene ral Castro
cometió la imp ruden cia de corr er se d emasiad o á la de r echa, de–
jando libre el campo á los r evoluciona rios para llevarl e el at a–
que. Y no se hicie r on d e rogar est os pues enseguida el Gen e–
ral Aparicio q u e seguía el movimiento del en emigo, t endió su
línea al galope, mandó echar pié á tie r ra á los infantes y for–
mar en bat alla al fr e nte, t omando t odos las disposicion es p ara
cargar inmedia t amen te al enemigo. P ero cuando la
línea se
movía en órd en d e a t aque y en medio de los vivas y mue ras
mas estruendosos , a llá por la vangua r dia se p r esenta un p a rla–
mento
inusitado y detien e
la a«cion del ej ér cito r evolucio–
nario.
P ocas h or as d espu es, se d ecr et a un a rmisticio p or la
llegada d el Gen e ral O sorio q ue a ndab a en trabaj os d e paz y
que hacia pocos dias babia est a do en el ejér cito r ev oluciona ri o,
armi sticio que dur ó h asta el di a 26 sin arribarse
á
nada, con_