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Jeron una carga, haciéndole infinidad de bajas, y retirándose
tranquilamente sin que nadie los molestara. Mas tarde empren–
dió de nuevo la persecucion el ejército del gobierno, pero ya el
General Aparicio se les había eclipsado, internándose otra vez
en
el
departamento de Cerro-Largo.
El parte que publicamos en seguida, es el único pasado por
el General Castro sobre est e suceso; despues de él trascri–
bimos unos párrafos de una correspondencia enviada desde
Mont evideo á
L a R epública
de Buenos Aires, que, aunque algo
exagerada en algunos puntos, en otros, que son verdaderos,
corrobor a todo lo que hemos dicho sobre los primeros encuen–
tros de la revolucion; y, por último, una carta del célebre Coronel
D. Ernesto Courtin, que, sino otra cosa, demuestra cuando
menos los sinsabores que ha pasado el soldado oriental en
nuestras contiendas:
•
Exmo. Sr. Presidente de. la R epública, General D. Lorenzo Batlle.
Estimado Sr. Presidente:
Despues de perseguir al enemigo desde Solis,
lo alcancé hoy
á
las nue:ve
de la maifana, en el Soldado, desde donde le hice una persecucion de nueve
á diez leguas.
Como á las 4 leguas de perseguirlo,
tuvo el Coronel Carabajal un entre–
vero con él,
del. que
resultó para nosotros la pérdida de trece
individuos
entre muertos y heridos, de
los cuales un jefe y un oficial muertos y un
oficial herido.
El enemigo ha tenido de pérdida el mismo número.
Le garanto, Sr. Presidente,
que esas
fuerzas enemigas no pasan de
400
hombres.
igo persigui éndolos y van en direccion al Cerro Largo.
Son la.s nueve de la noche, mañana
le pasaré el parte detallado de
lo
ocurrido.
Se me han incorporado los comandantes Galeano, padrs é hijo.
Ordene á su general y amigo:
Enrique Castro.•
CORRESPONDENCIA
• Junio 7 de 18 70.
•
e
compn~nde
sin esfuerzo que esta revolucion haya avanzado
tanto ter–
reno en
t:m breve tiempo, cuando el peor enemigo que cuenta este gobierno
e
el gobierno mismo.-Nadie ha e mas esfuerzo para perder el Presidente
Batlle, que el Presidente Baille.-
ingun elemento mas eficaz para destruir
á
Bustamante que el mismo Bu tamante.-
Esto~
insensatos hacen
todo
lo
po ible para
acelerar
u caida,
y
Jo conseguirán, pues
¿quién
los
salvará
cuando ellos mi mc.>s se condenan?
í