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en estas funciones de guerra; no obstante, hemos estado ocupando los puntos
únicos por donde el enemigo podía salir de este departamento.
• Te felicito por estos triunfos
y
me repito como siempre tu amigo
y
S. S.
Manuel 111'. Agttiar.
•
Del Rincon de Rahiirez, como lo hemos dicho en otros capí–
tulos, pasaron los revolucionarios al pueblo de Treinta
y
Tres,
donde estuvieron todo el dia escopeteándose con el Coronel
Caral!>ajal, tomando despues para los departamentos del Sud,
tiroteándose en San José con las fuerzas del Coronel Tabares,
que se encerraron en el pueblo,
·y
despues en las inmediaciones
de Porongos con el Coronel Aguirre, pasando de este punto
á los pueblos de San Ramon, Tala, Pando, Sauce
y
por último
á Toledo manteniendo guerrillas en todos estos puntos con
los enemigos que por todas partes salían. Quisiéramos dar
detalles de estos pequeños encuentros
y
de los muertos
y
heridos que por ambas partes
~e
hacían; pero es de todo
punto imposible, pues se suceden casi diariamente,
y
tan pronto
aquí como á grandes distancias, debido á que los revoluciona–
rios estaban en constante movimiento para poder conservarse
en el país. Este caminar contínuo, necesario para librarse de las
fuerzas superiores, esplica por otra parte esa cantidad de comuni–
caciones que los jefes de menor cuantia que pululaban por nuestr.a
campaña, pasaban al gobierno todos los días diciéndole que ha–
bían tiroteado á los invasores los cuales huían siempre delante
de los defensores del gobierno, segun fórmula obligada con que
terminaban todos los partes que se pasaban á Montevideo.
Sobre estas marchas por las inmediaciones de la capital,
léase lo que decía un diario del gobierno de fecha 27 de Mayo:
• Las fuerzas invasoras, en número de
600
hombres
á
lo sumo, se vinieron
desde San Ramon
y
Tala hasta Pando acampando entre este pueblo
y
To–
ledo.
»
Sus guerrillas se estendian hasta una 111gua mas 6 menos de Maroñas,
paso del Manga.
»
En San R amon, de donde recibimos noticias, Aparicio hizo trabajar á
todos los herreros del pueblo, en la construccion de lanzas, durante tres dias
consecutivos.
»
Fué una verdadera sorpresa para aquel vecindario, ver introducírseles de
golpe
y
zumbido las legiones
peladas
de don Timoteo.
>
En el Tala, donde tambien penetraron, fueron
á
interrumpir la fiesta de
San Isidro, que
á
la sazon se efectuaba. A pesar de todo,
la
funcion de Igle–
sia estuvo inmejorable,
y
se nos encarga felicitar desde aquí al Sr. Cura.