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REVOLUCIÓN
:P'É.
INGLATERRA.
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Hasta aquí todos habían estado de acuerdo; pero
.:ya los dos pa,rtidos rivales se preparaban
á
la lucha.
Los toríes eran fuertes en la alta Cámara y débiles en
la baja, y sabían que en aquella ocasión la Cámara
.que primero llegase
á
un acuerdo tendría g-ran ven–
taja sobre la otra. No había la menor probabilidad de
que los Comunes enviasen
á
los Lores la aprobación
.dei plan de regencia; pero si los Lores enviaban esta
-aprobación
á
los Comunes, no era completamente
imposible que muchos representantes whigs semos–
t rasen dispuestos
á
ceder, antes que incurrir en la
grave responsabilidad a.e promover discordias y dila–
·ciones, en una crisis que requería unión y prontitud.
Los Comunes habían determinado que el lunes, 28 de
enero, se tomaría en consideración el estado del país.
Así, pues, los Lores propusieron el viernes 25, enti·ar
JnmMiatarnente
á
tratar la gran cuestión para que
habían sido convoca.dos. Pero eran bien claros los
móviles de su conducta, y sus planes fueron frustra–
.dos por Halifax, quien desde su regreso de Hunger–
ford l;labía visto que sólo podía establecerse el Go–
bierno sobre los principios sustentados por lo whigs,
y
que ya entonces estaba en íntimas relaciones
-con aquel partido. Devonshire propuso que se fijase
.el martes 29.
uPwra
entonces,
dijo con más sinceri–
dad que discreción ,
ya hab1·emos recibido algwias in–
dicaciones de la Cámara baja, que podrán servimos de
.,quía.,,
Aprobóse la proposición. pero su lenguaje
fué severamente censurado por algunos de sus co–
legas, que lo juzgaban impropio de su dignidad
(1) .
(1)
Dia.rio de la, Cámara de los Lores,
enero
25, 1688-8.<1;
Di arw·
de Clarendon,
enero 23
y
25.