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LORD MA A L Y.
gentiles-hombres de cámara mil (1).
con s •r
considerable
los sueldos r glam utarios, no on
ti–
tuian la parte principal d lo bon ficio qu
r porta–
ban los funcionario. de aqu l tiemp ; po1·qu , d · d
los magnates en cuya manos
taba la vara blanca
y el gran sello, ba ta el
mú .
humilde aduanero y 1
más in ignificante riado de la a ar al , todos s
n–
tregaban
sin
reparo alguno
á
prácticas viciosa , qu
calificaríamos en nu stros ellas
u
infame orrupcióu,
pues asi loP titulo como lo
cmpl o , comisione y
gracias se vendian diariamente por lo dispensador
de ello de igual modo qu
la m rcancías por los co–
merciantes;
jemplo pernicio o que imitaban uabto
podian los empleado· ubalterno .
Pero si durante el siglo pa ado no aum ntó u bie–
nes de fortuna ningún primer Ministro, por mús gran–
de que fuera su importancia, y algunos hasta di ipa–
ron parte de su patrimonio para repr
ntar d una
manera digna el cargo elevado que desempei\aban ;
el siglo anterior, por el contrario, -podian lo hombr
de Estado fácilmente, cuando e hallaban
á
la cab za
de los negocios públicos, in dar escándalo
y
en poco
tiempo, reunir el caudal indi p n able para llevar
con decoro el título de duque, pudiendo asegurar e
que los ingresos de un prim r 1iuistro xcedían ·on
mucho
á
los d cualquiera otro súbdito. El oficio de
lord Lugarteniente de Irlanda producía, s ¡;ún cál ·u–
los, cuar uta mil libras anual
(2), y la utilidad
que reportaron el cancill r
larendon, Arlington,
Lauderdale
y
Danby fueron enorm s; Jo
ual se de–
muestra sólo con v r 1 palacio tan untuoso, deno-
(l) Actae de la Cámara de los Comunes, 21 de abril de
1689.–
Chamberlayne:
Stal• o( Bngland,
1684..
(2) Véase los
Viagu
del Gran Duque Cosme .