REVOLUClÓN DE INGLATERRA.
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hispo de Canterbury, cuy0s ing-resos no excedían
mucho de cinco mil libras(!). Por lo demás, la renta
de los \>ares era, por término medio, seg·ún las perso–
nas bien informadas, de tres mil libras próximamen–
te, la de los Baronets de novecienta , y la de un dipu–
tado á la Cámara de los Comunes de menos de ocho–
cienta (2). El abogado que ganaba en su bufete mil
libras, se creia el más venturoso de la clase, y en
cuanto á los del tribunal del Banco del Rey, xcepto
los de la Corona, era muy difícil que llegasen
á
do
mil (3). Es por tanto evidente que un funcionario pú–
blico habría debido con iderarse bien remunerado
entonce percibiendo la cuarta ó quin ta parte de la
cantidad que hoy e creeria nece aria para retribuirlo
de la manera debida, y
in embarg·o, lo haberes de
los altos empleados eran tan con iderable,
á
la sazón
como en nue tra época, y
á
las vece más: el lord
Tesorero, por ejemplo, recibia ocho mil libras al año,
y los demas !ore del departamento mil ei cientas
cada uno; el Ordenador g·eneral de pago del ejército
percíbia un derecho de tanto por libra n 1 movi–
miento de la caja, lo cual le producia cinco mil pró–
ximamente; el encargado del guardarropa tenia cinco
mil; los comisarios de Aduana mil doscientas, y los
(1) Durante tres trimestres. que comenzaron en la Navidad
de 1639, percibió las rentas de la Silla de Canterbury un funciona–
rio nombrado por la Corona. De Jos apuntes de este funcionario.
que se conse!·van er:¡ el Museo Ilritánico (Lansdowne,
Ms~.
885),
se desprende que la renta total de los tres referidos trimest res no
llegó á cuatro mil libro.s, y la diferencia entre la renta total y la
renta liquida debía ser evidentemente muy considerable.
\2) King:
Natural
ana
Polilical
Conclusions.-Davenant:
Balan–
ce o{
lrade.-Sir William Temple dice: ·Las rentas de todos los in–
dividuos juntos de Ja Cámara de los Comunes hau excedido muy
pocas veces de cuatrocientas mil libras .•
f llemoi n,
Tlúrd part.)
(3)
Langtou•s
Conver1ation1 with Chie(
Jutli~•
flale,
1672.